
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, pasó ayer con más pena que gloria por la reunión anual del Círculo de Economía, donde recibió los aplausos estrictamente protocolarios a su intervención inaugural de las jornadas, que no llenó el auditorio.
Además, recibió reproches tanto por parte del anfitrión como por parte de las preguntas del público, remitidas por escrito al presidente del Círculo de Economía y de Colonial, Juan José Brugera.
En la presentación del president, Brugera trasladó a Torra un mensaje de " temor por los efectos de la dinámica política sobre la convivencia cívica y la confianza empresarial".
Argumentó que, mientras se van dando pasos en la búsqueda de una salida consensuada al conflicto político, es "fundamental" priorizar la acción de gobierno, ya que Cataluña está perdiendo peso económico: "La orientación, a menudo única, al conflicto político, nos lleva a debilitar aquella acción de gobierno en cuestiones que afectan al día a día de la ciudadanía".
Juan José Brugera: ""La orientación, a menudo única, al conflicto político, nos lleva a debilitar"
Brugera también recordó que la última encuesta del CEO -el CIS catalán-, de este mes, indicaba que la opción mayoritaria entre la ciudadanía catalana al elegir entre alternativas políticas era lo que se viene a denominar tercera vía, "claramente por delante de los partidarios de la independencia".
Sin embargo, Torra se mantuvo inflexible en su discurso preparado, e instó a los empresarios a apoyar en Cataluña y Madrid la celebración de un referéndum para decidir el futuro político de Cataluña, poniéndose al lado de lo que pide "la mayoría de la ciudadanía" y "de lo que la ciudadanía decide libremente en las urnas".
También lanzó reproches indirectos al Estado sobre el déficit fiscal y la necesidad de inversiones en infraestructuras, y calificó de "escándalo" las penas que pide la acusación del juicio del 1-O en el Tribunal Supremo.
Los asistentes le instaron a que también hiciese referencia a la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que validó la suspensión del pleno del Parlament que pretendía ratificar el referéndum y la independencia, y le preguntaron sobre el viraje independentista de la Cámara de Barcelona, a lo que Torra se limitó a contestar que la candidatura soberanista ganó en las urnas y que no conoce en detalle su programa.
No era la primera vez que Torra acudía a Sitges, ya lo hizo hace un año, pero entonces justo estrenaba la presidencia de la Generalitat, mientras que ahora ya tiene a sus espaldas un año de legislatura.