Cataluña

Nanusens prevé este año una ronda de 15 millones

  • Está previsto que tenga lugar en diciembre
  • Servirá para contribuir al desarrollo de la empresa
  • Este mes de marzo también se han sometido a una ronda por valor de 415.000 euros
Equipo de Nanusens. Su fundador y director general, Josep Montanyà, es el primero por la derecha / EE.
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La empresa tecnológica Nanusens se someterá, a lo largo de este año, a dos rondas de financiación. La primera ya ha tenido lugar, este mes de marzo, por valor de 415.000 euros: la suma se ha conseguido en diez días y de forma interna, para las socios existentes. Están preparando la segunda parte de esta ronda de financiación -que se preveía inicialmente por valor de 600.000 euros, aunque finalmente han optado por dividirla en dos-. La segunda parte tendrá lugar también en Crowdcube -igual que la primera parte-; estará abierta a todo el mundo y prevén iniciarla a mediados de abril. La ronda más importante tendrá lugar a finales de año -se prevé en diciembre-.

Concretamente, la ronda millonaria será de entre 10 y 15 millones de euros. Todas las rondas de financiación han servido para seguir desarrollando sus productos tecnológicos.

La tecnológica, desde hace más de dos años, se dedica exclusivamente al desarrollo de sus productos. Concretamente, a un tipo de chips que se llaman mems. Las ampliaciones de capital a las que se ha sometido Nanusens desde que nació en 2014, que ya ascienden a 5, han sido destinadas, básicamente, a esta finalidad: desarrollar sus chips.

El año pasado consiguieron un millón de euros de 758 inversores. Supuso la ronda vía equity crowdfunding más grande de una compañía española en el ejercicio pasado. La participación en la compañía la protagoniza Inveready, con un 26,60 por ciento de las participaciones. Seguidamente, Crowdcube posee un 18,74 por ciento, Josep Montanyà -el fundador y director general de Nanusens-, un 17,40, Caixa Capital Risc un 11,44, Bertdiona un 8,39 y Dieco un 11,44 por ciento, entre otros.

La cantidad obtenida en noviembre, tal y como explica Montanyà, ha servido para desarrollar sus herramientas para los chips y, otra pequeña parte, para establecer su nueva sede en Londres, de manera que la de Cerdanyola del Vallès pasa a ser subsidiaria. Nanusens ha optado por el mercado británico por los incentivos fiscales que se brindan a las empresas de riesgo, como es el caso de esta tecnológica.

Nuevos inversores

La próxima ronda de financiación será este mismo mes, según Montanyà, y la cantidad ascenderá a 600.000 euros y se prevé la entrada de nuevos inversores. La cifra se dedicará también al desarrollo, marketing, contactos con el cliente final, adquisición de licencias de software, y pruebas. "Todo el equipamiento es muy caro", explica Montanyà.

Por lo tanto, sus rondas de financiación están enfocadas hacia la misma dirección: contribuir al desarrollo de la empresa. El salto se producirá a finales de año: Montanyà prevé dar un salto y, que la ronda de financiación que tienen prevista para entonces, sea de entre 10 y 15 millones. ¿A qué se debe este gran paso? La respuesta está en la propia naturaleza -y en la historia- de la compañía.

Aprendió del pasado

El precedente de Nanusens se halla en una empresa que creó Montanyà en 2003 como producto de su tesis doctoral en microsistemas. Su profesor le aconsejó que en el mundo de los chips había un nicho de mercado, así que Montanyà empezó a ver qué demandaba el cliente. "Faltaba poco para que salíeramos al mercado. Había un inversor mayoritario que tomó la decisión de vender la empresa. Había ofertas, pero él las rechazaba porque quería vender a un precio muy alto".

Así que la empresa acabó cerrando en 2014. Este es el germen de Nanusens, que fue creada ese mismo año. "Aprendí que no tiene que haber un solo inversor que tenga mayoría: debe haber, como mínimo, dos. Que se hagan contrapeso y tomen decisiones lógicas", explica Montanyà.

En un principio, Nanusens se dedicaba a realizar pruebas de ingeniería con dos miembros del equipo de su anterior empresa -con quienes compartían el saber hacer-, y facturaba unos 200.000 euros anuales. Ello hasta 2016, que es cuando decidieron desarrollar sus propios productos. A día de hoy, faltan pocos meses para que estos vean la luz.

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