
La Generalitat asumirá, con efectos a 1 de marzo, la gestión de la empresa pública Aigües Ter-Llobregat (ATLL), tras quedar anulada por los tribunales la concesión a 50 años adjudicada a finales de 2012 a un consorcio liderado por Acciona.
El gobierno catalán preveía recuperar la gestión de ATLL el 1 de enero, pero las disputas por el importe a pagar por la liquidación del contrato han retrasado el traspaso dos meses, mientras todavía queda pendiente dirimir en los tribunales el pago que deberá recibir el consorcio que ganó el concurso anulado.
De momento, la Generalitat ofrece 53,8 millones -aunque está pendiente de realizar una valoración definitiva-, mientras que, según ATLL, el pago mínimo por la liquidación del contrato debe ser de 305,2 millones, a los que suma una indemnización por daños y perjuicios que eleva la factura a 1.036,7 millones.
El TSJC considera que ATLL puede ceder la gestión aunque todavía no se haya liquidado el contrato, ya que las cuestiones dinerarias se pueden resarcir más adelante. A partir de este viernes, la gestora pasará de ser el consorcio ATLL a la empresa pública constituida por el Ejecutivo de Quim Torra denominada ATL.