Cataluña

Chartboost, el sueño americano de la tecnología

  • La empresa surgió en Silicon Valley con talento catalán
  • Tras varios años de actividad internacional, ha abierto sede en Barcelona
  • Sus soluciones llegan a más de mil millones de usuarios al mes
Pepe Agell (Chartboost). Luis Moreno
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Barcelona tiene, desde hace poco, un nuevo inquilino. Es una empresa nacida en San Francisco hace siete años de la mano de dos catalanes, resultando todo un éxito en Silicon Valley.

Pepe Agell y su mujer deciden, en 2008, siendo muy jóvenes, emprender la aventura de Silicon Valley. El objetivo: aprender, codearse con los mejores emprendedores tecnológicos del mundo, hacer networking y conocer la forma de hacer negocio en esa parte del mundo, en la meca de la tecnología. Su intención era la de trabajar para otras empresas mientras aprendían. Y así lo hicieron hasta 2011.

Ese año, María Alegre, mujer de Pepe Agell, funda junto a Sean Fannan, actual director de tecnología, la compañía Chartboost. Sean y María se habían conocido, por aquel entonces, en una empresa de juegos llamada Tapulous. Esa empresa desarrolló uno de los primeros juegos de la AppStore, Tap Tap Revenge, un juego musical que tuvo gran éxito. Tanto que la propia compañía fue adquirida por el gigante Disney.

Con esa experiencia, con la de los modelos de negocio en las tiendas de aplicaciones y con el antecedente de saber cómo desarrollar una estrategia ganadora, Sean y María fundaron Chartboost, a la que se añadió, poco después, el propio Pepe Agell. Chartboost, en breves palabras, es una plataforma de publicidad para desarrolladores de aplicaciones móviles.

Les ayuda, básicamente, de dos maneras. Si ese desarrollador tiene una aplicación con un modelo de negocio que ya es robusto, le ayudan a ganar más usuarios. Es el llamado user acquisition. Estos usuarios son los que compran cosas dentro del propio juego y generan ingresos para este desarrollador.

Pero también hay otra tipología de clientes de la plataforma, los que tienen aplicaciones con mucho tráfico pero que ganan poco dinero. Les ayudan, en este caso, a monetizar ese gran tráfico, con publicidad poco intrusiva, bien integrada y relevante para el usuario.

En todas las aplicaciones móviles, la experiencia del usuario es muy importante. Los anuncios deben ser atractivos, entretenidos. Y en eso Chartboost ha demostrado saber hacer muy bien su trabajo. Así pues, la historia empezó en febrero de 2011, con pocos ahorros y muchas ganas. Eran ellos tres y dos becarios.

Los hechos sucedieron de forma rápida. Se creó la primera versión de la plataforma en mayo-junio del mismo año. Muy sencilla pero útil para su público, los desarrolladores. En poco más de dos meses, el negocio estaba en marcha.

No disponían de muchos fondos, así que María focalizó su labor en la búsqueda de la financiación, realizando una ronda inicial, en septiembre del mismo año 2011 de 2,4 millones de dólares. La llegada de la financiación permitió emprender la senda de crecimiento a velocidad de crucero. Chartboost estaba en marcha.

Y a un ritmo tal que pronto, a inicios de 2013, anunciaron una ronda de Serie B. Fue liderada por Sequoia, y Agell resalta que cuentan, entre los miembros de su consejo, con Jim Goetz, conocidísimo inversor en modelos de éxito tan conocidos como Whatsapp, Admob y Github. Otra muestra más del atractivo de Chartboost entre el capital riesgo.

Transparencia

Pepe Agell resalta que, pese a estar en el mercado de la publicidad, a veces con una cierta mala fama, ellos han buscado siempre ser una plataforma muy transparente, con unas métricas muy claras para los desarrolladores. Persiguen que estos vean claramente cómo les funcionan sus campañas y los rendimientos de las mismas.

Han empoderado al desarrollador para que haga crecer su negocio. Y aunque su negocio ha ido cambiando, los valores siempre han estado allí. Han crecido y es un modelo de éxito. No en vano han llegado a ser el SDK -un software, un programa que se integra dentro de otra aplicación- más integrado del mundo teniendo delante solamente al gigante Google.

Trabajan con más de 300.000 aplicaciones activas en las tiendas de aplicaciones y llegan, a través de esas aplicaciones, a más de mil millones de usuarios activos al mes. Los números hablan por sí solos. En definitiva, son una plataforma de distribución de contenidos -de momento publicitarios- muy potente. Así que no solo es interesante para desarrolladores, sino también para las marcas. Porque estas quieren estar donde los usuarios están y estos, en la actualidad, si algo hacen, si algo hacemos, es "consumir", es "usar" el dispositivo móvil. Y es por ahí donde Chartboost está desarrollando su estrategia de futuro. También comenta Agell uno de los motivos por los que se encuentra en Barcelona, aparte de la participación en el Startup Grind Challenge. Chartboost acaba de abrir una oficina técnica. Tiene sede en San Francisco y cuando se decidieron a dar el salto a Europa... no escogieron Barcelona.

Oficina catalana

En 2013 él mismo empezó la búsqueda de una oficina comercial para estar cerca de todos los centros de desarrollo de juegos europeos. Era de sentido común. Barcelona es muy importante en el sector, pero también lo son París, Londres, Helsinki, Ámsterdam y San Petersburgo, entre otras. Buscaba un buen aeropuerto y buena comunicación con su sede en San Francisco -ese año aún no había vuelo directo desde la ciudad condal- y también un lugar con gran capacidad de atracción de talento internacional. Amsterdam, como ciudad, ayudó mucho, pero cuenta Agell que no les costó tomar la decisión.

Ahora Chartboost ya tiene oficina en Barcelona, una oficina dedicada al desarrollo. Abierta a finales de julio, cuenta con 10 personas de múltiples orígenes y con mucho talento. Quién sabe cuál hubiera sido la decisión si hubiera sido 2018 el año del salto a Europa. Agell reconoce que Barcelona ha progresado de forma exponencial.

Lee el artículo completo de Jordi Sabater en la revista Catalunya

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