La cifra de trabajadores en Cataluña por debajo del umbral de pobreza alcanzó su máximo en 2017 a pesar de la recuperación económica. El dato publicado por Idescat engloba a las más de 400.000 personas con trabajo que obtuvieron unos ingresos inferiores a los 8.522 euros durante el año pasado. Los factores que favorecieron el aumento de esta tasa son, entre otros, las condiciones laborales que contribuyen a la precarización laboral y la subida del IPC en los productos básicos, entre los que destacan los altos precios de la vivienda en zonas turísticas como Barcelona.
En 2017 el crecimiento de la economía española y catalana se empezó a asentar tras la crisis global que empezó diez años atrás. El PIB creció un 3,8 por ciento el año pasado, siendo el tercer año consecutivo con una recuperación de más del 3 por ciento. También en el 2017, la ocupación continuó mejorando tras los últimos tres años de caídas de más del 10 por ciento. Así, el año pasado se obtuvo la mejor cifra de paro en Cataluña con el 13,4 por ciento.
Estos indicadores irradiaron una recuperación de la crisis económica de 2008 que, sin embargo, no se vio reflejada en otros parámetros que afectan a la economía directa de los ciudadanos, como puede ser la renta media por cápita o el sueldo promedio. La tendencia en cuanto a la remuneración de los trabajadores es opuesta a la del PIB. Los salarios disminuyeron en 2017 un 0,3 por ciento respecto al año anterior a pesar de batir récords históricos de empleados cualificados. Además de cobrar menos, los precios subieron hasta un 2,2 por ciento el mismo año. De esta manera, los trabajadores perdieron 1,9 puntos en su capacidad de poder adquisitivo.
Riesgo de pobreza
El 12,2 por ciento de los trabajadores en Cataluña se encontraron en riesgo de pobreza. Es decir, más de 400.000 personas poseyeron en el último trimestre de 2017 un ingreso por unidad de consumo por debajo del umbral de pobreza, que se situó en 8.522 euros en los hogares de una persona, un 3,8 más que el estimado para el año anterior.
La tasa de riesgo de pobreza de los trabajadores no divergió en gran medida frente al conjunto de la población, cuando el 15 por ciento de la población tuvo unos ingresos inferiores al mínimo estimado y, en el caso de los hogares catalanes con hijos, la tasa del riesgo de pobreza se elevó hasta el 23 por ciento. En comparación con la situación de los trabajadores en otros países de la zona euro, España se encuentra en el segundo lugar después de Grecia, liderando este país el riesgo de pobreza laboral. En este sentido, el 13,1 por ciento de los trabajadores españoles se encontraron en riesgo de pobreza frente al 12,2 por ciento en Cataluña. Ambos resultados contrastan con la tasa europea, que se encuentra en 9,5 puntos.
Según la memoria económica del Consell General de Cambres, las altas cifras de este tipo de pobreza en el territorio catalán y español podrían demostrar "las escasas ayudas y servicios públicos" para mitigar este problema. La reducción de sueldos y la subida del IPC, entre otros factores, favorecieron el incremento del número de personas en riesgo de pobreza. El sindicato UGT estima que los trabajadores han perdido un 11,4 por ciento de poder adquisitivo en ocho años y tasa en 2.580,16 euros la reducción del salario medio de los trabajadores.
Según la empresa de recursos humanos Adecco, el salario medio en Cataluña ha crecido un 1,6 por ciento entre junio de 2017 y el mismo mes de 2018, pero la capacidad de compra de los trabajadores catalanes ha caído en 400 euros en esos 12 meses por el efecto de la inflación.
