Cataluña

Agbar reubica la sede en Cataluña porque ve "estabilidad económica"

  • La matriz del grupo anunció el 7 de octubre su traslado "temporal" a Madrid
  • Sus operadoras del ciclo integral del agua en Cataluña no se movieron
  • Suez, que controla el 100% Agbar, contabilizó pérdidas por el 'procés'
Sede de Agbar en Barcelona. AFP
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Agbar será la primera gran compañía en volver a ubicar su sede en Cataluña tras el éxodo empresarial que provocó la incertidumbre por el referéndum de independencia del 1 de octubre del año pasado.

Lo decidió ayer el consejo de administración de la matriz del grupo, Sociedad General de Aguas de Barcelona (SGAB), que argumentó la decisión por ver "estabilidad económica" en la región.

Agbar anunció hace casi un año, el 7 de octubre, su decisión de trasladar su domicilio social a Madrid "de forma temporal" con el fin de preservar la seguridad jurídica de los inversores, a lo que en un comunicado de ayer agregó "la protección de los intereses de sus trabajadores, clientes y proveedores". De hecho, este fue el argumento esgrimido por todas las corporaciones nacionales e internacionales que trasladaron su sede fuera de Cataluña en aquellas semanas de incertidumbre por el procés.

Entonces, Agbar ya aclaró que sus operadoras del ciclo integral del agua en Cataluña, como Aigües de Barcelona, entre otras participadas, mantenían su domicilio social en territorio catalán y no verían afectados sus servicios.

Mantenimiento de la inversión

El grupo especializado en la gestión del agua incidió ayer en que el cambio del domicilio social "no ha tenido afectación alguna" al servicio a los clientes ni ha afectado a las inversiones planificadas: "Se han ejecutado en los plazos previstos, reafirmando así el compromiso que el grupo mantiene históricamente con cada uno de nuestros usuarios".

El referéndum, impulsado por Carles Puigdemont, provocó la fuga de Cataluña de más de 4.500 sedes empresariales en las semanas y meses siguientes por el temor a una declaración de independencia, y sus consecuencias en los negocios, ya que daría lugar a inseguridad jurídica y pondría en entredicho la pertenencia de la comunidad autónoma a la Unión Europea. Ante este escenario, los empresarios más preocupados eran los dedicados a servicios financieros y los exportadores, así como cualquier empresa cotizada, dado el castigo por parte de los inversores al que se verían expuestos por las dudas sobre el futuro.

Éxodo liderado por la banca

Las primeras en anunciar su marcha fueron las entidades financieras, con Banco Sabadell y CaixaBank como pioneras de un éxodo que fue seguido por todas las catalanas del Ibex excepto Grifols, cuyos propietarios son partidarios de las aspiraciones soberanistas.

También movieron su sede española a otra comunidad múltiples filiales de multinacionales que habían elegido Cataluña décadas atrás para desembarcar en el país, como diversas aseguradoras.

La matriz de Agbar, la francesa Suez, fue la primera firma en reconocer pérdidas por la situación política en Cataluña a finales de año, rebajando su estimación de resultados para 2017. Además, según un estudio de Informa D&B de marzo, las empresas que decidieron mover su sede desde octubre sumaban una facturación de 44.000 millones de euros.

Naturgy, la antigua Gas Natural Fenosa, que había asegurado en su día que se marchaba de forma provisional, no quiso pronunciarse ayer sobre el movimiento anunciado por Agbar.

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