
El Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) ha cerrado el ejercicio 2017 con 31,6 millones de beneficio, casi cuatro veces la cifra del año anterior, en el que obtuvo 8,3 millones. Este dato supone el mejor resultado económico de los últimos diez años, según ha informado la entidad el viernes.
El informe provisional de la auditoria de cuentas facilitado por el propio Consorci también incluye datos sobre la disminución del gasto total acumulado. Ha pasado a situarse en 13,5 millones de euros, después de una reducción del 24 por ciento en los últimos seis años. Durante este periodo, la empresa ajustó los precios comerciales del polígono a los del mercado y obtuvo una ocupación del 99 por ciento, la tasa más alta desde 2011.
El CZFB también ha reducido la deuda financiera un 77 por ciento respecto a 2011, pasando de 195 a 44,8 millones de euros. Entre otras medidas tomadas por la presidencia ejecutiva de Jordi Cornet, la empresa redujo el gasto de personal un 30 por ciento, así como la estructura directiva, que pasó de 21 a 7 personas.
Por otro lado, el CZFB ha destacado la depreciación de sus activos inmobiliarios en este último ejercicio. Debido a la sobrevaloración durante la crisis, este año el Consorci ha experimentado una bajada del 43 por ciento del valor de sus bienes inmobiliarios, lo que supone una depreciación de 65,3 millones de euros.
Este año, la entidad pública ha iniciado una nueva etapa de renovación con la remodelación del recinto de la Zona Franca Aduanera, modernizando los edificios y mejorando la funcionalidad de los muelles de carga y descarga, para acoger el Congreso Mundial de las Zonas Francas AICE en 2019.
Con el cambio de gobierno en España, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha nombrado este viernes a Pere Navarro nuevo delegado especial del Estado en el consorcio. Navarro fue líder del PSC, además de diputado en el Parlament de Catalunya y alcalde de Terrassa, entre otros cargos.