Cataluña

Carlyle se hace con Codorníu tras elevar su valoración a 390 millones

  • El fondo prevé más compras para hacer crecer la bodega
  • Pretende aumentar su peso internacional
  • La operación se completará a finales de año
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La familia propietaria de Codorníu cederá el control, después de cinco siglos y 18 generaciones, al fondo Carlyle Europe Partners, del grupo inversor estadounidense Carlyle.

La firma americana ha conseguido convencer a la mayoría de las cinco ramas de la familia que forman parte de la bodega en la actualidad al elevar su oferta por tercera vez desde que trascendieron sus primeras muestras de interés en abril.

Si la valoración inicial de la totalidad de Codorníu rondaba los 230 millones, en mayo ascendió a 270, y el número ganador se ha situado en los 300 millones, a los que se suman 90 de la deuda del grupo vitivinícola, que es la empresa más antigua de España.

Codorníu y Carlyle anunciaron ayer un acuerdo de exclusividad para la venta de "la mayoría del accionariado" que prevé cerrar a finales de año, después de que La Vanguardia informase de la venta de entre el 55 y el 60 por ciento de las acciones de la compañía de Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona), que a finales de 2017 trasladó su sede a Haro, en La Rioja, ante la situación política en Cataluña.

Ninguna de las partes ha desvelado todavía cuál será el papel de la familia en la nueva estructura directiva, pero la operación ha conseguido el beneplácito de la presidenta, Mar Raventós, que junto al director general, Javier Pagés, habían defendido hasta ahora la búsqueda de un socio minoritario para dar salida a los familiares interesados en vender su participación, que fueron los que contactaron con Carlyle.

Y es que había surgido el descontento entre una parte de los 216 descendientes actuales de la familia fundadora tras años de estancamiento de las ventas en torno a los 230 millones, varios ejercicios con pérdidas y escaso retorno para los accionistas.

Más adquisiciones

El director de Carlyle en Europa, Alex Wagenberg, considera que Codorníu presenta "gran potencial para liderar el mercado mundial de vinos y cavas y con marcas de primer nivel". Para conseguirlo, sus planes pasan por el crecimiento internacional, tanto orgánico como "a través de nuevas adquisiciones". Actualmente, el grupo catalán cuenta con diez bodegas repartidas por España, Argentina y California, que disponen de 3.000 hectáreas de viñedos propios.

Codorníu, que obtuvo un beneficio de explotación de 16 millones en el ejercicio 2016-2017, prevé alcanzar los 26 millones en el 2017-2018, una vez abandonada la producción para terceros y reducido plantilla para centrarse en gamas de mayor calidad.

Precisamente ayer, el sindicato CCOO, que lidera el comité de empresa, reclamó que los nuevos propietarios garanticen el empleo y un plan industrial que dé estabilidad a la compañía.

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