
La compañía norteamericana Scoot llega a Barcelona para iniciar la expansión en Europa de su servicio de vehicle-sharing combinando el alquiler de motos, bicicletas, y coches eléctricos.
La empresa, fundada en San Francisco en 2012, pretende convertir a la capital catalana en el hub europeo de su proyecto en el viejo continente. Por ello, este lunes ha iniciado sus operaciones ofreciendo el alquiler de centenares de bicicletas eléctricas y hasta 500 motos eléctricas, que han sido fabricadas por la empresa Silence en la localidad barcelonesa de Molins de Rei.
El usuario puede acceder al servicio a través de una aplicación que permite localizar los vehículos disponibles en tiempo real. El alquiler tiene un precio de 10 céntimos por minuto para las bicicletas y de 20 en el caso de las motocicletas. El objetivo es ayudar al usuario a desplazarse por la ciudad de un modo "rápido, sostenible y económico", afirman desde la empresa.
Los líderes del proyecto en Barcelona son Enrico Sargiacomo, director general de Scoot en España, y Mar Pallàs, vicepresidenta para el desarrollo del mercado de la firma en Europa. Bajo su supervisión habrá 30 empleados que la compañía ha contratado para la sede barcelonesa, aunque el objetivo es duplicar la cifra en los próximos seis meses.
Sargiacomo ha destacado el "menor impacto en el medio ambiente" que conllevan los vehículos de la firma respecto a los de combustión". Además, justifica la elección de Barcelona "por su alto interés en la ecología y sostenibilidad del modelo de movilidad urbana".
En esta línea, Scoot ha iniciado conversaciones con el Ayuntamiento de Barcelona para ofrecer soluciones de movilidad "más sostenibles, ecológicas y que acercan a la población al centro de la ciudad". Por ello, Pallàs añade que tienen "toda la intención de colaborar con el gobierno local", como ya han hecho en San Francisco para mejorar la movilidad de la ciudad.
Sobre el plan de expansión en Europa, la compañía afirma que intenta llegar a nuevas ciudades en 2018 y trabaja en colaboración con funcionarios locales y grupos empresariales. No obstante, fuentes de Scoot han indicado a elEconomista que todavía "no está claro" hacia donde van a ir, ya que aún están "revisando diversas ciudades", aunque aseguran que la expansión se producirá "tanto en territorio español como en Europa".
Las mismas fuentes también apuntan que es complicado hacer previsiones sobre el impacto de Scoot en la capital catalana por ahora, pero que "de momento ha tenido buena acogida". En este sentido, remarcan que Barcelona "es una ciudad que se presta bastante a este tipo de servicios y a probar cosas nuevas".