
El bloqueo político que vive Cataluña desde las elecciones del 21-D no solo afecta al día a día de un Parlament inoperante y a la formación de un Gobierno autonómico. Varias instituciones que dependen de la Generalitat -como es el caso de la Cámara de Comercio de Barcelona, la Fira y la Autoridad Portuaria de la capital catalana- están pendientes de la formación de un nuevo Govern para renovar sus cúpulas directivas, tras casi medio año desde que se celebraran los comicios.
Una de las joyas de la corona del entorno institucional catalán es la Fira de Barcelona, responsable de la organización de más de cien salones de ámbito nacional e internacional y con un impacto anual sobre la economía de la ciudad estimado en más de 2.600 millones de euros. Josep Lluis Bonet es el presidente de Fira de Barcelona desde el año 2004 y ya ha agotado el máximo de tres mandatos, por lo que su cargo está pendiente de renovación a la espera de un nuevo Gobierno.
Bonet ha lamentado en más de una ocasión que el bloqueo político que afecta a Cataluña esté impidiendo la renovación de la cúpula de la entidad. En noviembre, cargó contra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, porque había aplazado la convocatoria del consejo general de la Fira -formado por la Generalitat, el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio de Barcelona-, que debe decidir la renovación de la entidad, hasta después del 21-D.
La alcaldesa quería esperar a la formación de un nuevo Ejecutivo catalán para pactar un nombre con el Ejecutivo entrante, pero no predijo que la situación de interinidad se alargaría casi medio año. Bonet insiste en que no se encuentra en el cargo en funciones, sino de manera "prolongada", ya que está "ejerciendo al cien por cien" como presidente de la entidad.
De momento, los nombres que más han sonado para sustituirle son Kim Faura, director general de Telefónica en Cataluña; Miquel Martí, presidente de Moventia, y Helena Guardans, presidenta de Sellbytel.
Cambra dejará el Puerto
El Puerto de Barcelona es otra de las grandes instituciones pendientes del desbloqueo político para renovar su cúpula. Con casi 3.000 clientes -que facturan 300.000 millones de euros- el Puerto es un elemento clave para la economía catalana. El actual presidente, Sixte Cambra, ya anunció antes del 21-D su intención de dejar su cargo tras siete años de mandato. Cambra, que alegó motivos personales para justificar su dimisión, apuntó que dejaría la presidencia cuando se constituyera un nuevo Govern y, casi medio año después, sigue esperando para poder dar el paso. El nombramiento es una competencia de la Generalitat, que luego debe ratificar el Ministerio de Fomento.
Disputa en la Cámara
Si en el Puerto la sucesión será un trámite para el futuro Gobierno autonómico, la situación es distinta en la Cámara de Comercio de Barcelona. La entidad es otra de las instituciones capitales del mundo empresarial en Cataluña, agrupando más de 400.000 empresas. La convocatoria de elecciones depende de la Generalitat, que no aprobó el decreto correspondiente antes del 21-D, alargando todavía más una situación anómala, ya que el mandato del actual presidente, Miquel Valls, caducó en 2014. Sin embargo, no tira la toalla después de tres mandatos y 16 años en el cargo y ha reiterado que no comunicará su decisión hasta que se haya constituido un nuevo Govern.
"Está mareando la perdiz con el objetivo de controlar el aparato. Es una falta de fair play", lamenta su principal opositor reconocido hasta ahora, el abogado y economista Ra-mon Masià, que afirma que Valls no puede volver a presentarse, ya que la normativa establece un máximo de dos mandatos. El aspirante defiende "introducir la lógica empresarial" para dirigir la institución y evitar que la entidad caiga en un "pozo sin fondo".
Aunque se trate de instituciones independientes de la Generalitat, la casualidad ha hecho que Fomento del Trabajo y Pimec también afronten este año 2018 procesos electorales, sumando ambiente de interinidad. Mientras el presidente de Pimec, Josep González, optará a su séptimo mandato, el máximo dirigente de Fomento, Joaquim Gay de Montellà, busca relevo.