
Los independentistas no quieren desvelar si cuentan con un plan alternativo en caso de que la justicia impida otra vez la investidura del candidato de JxCat, Jordi Sànchez, que actualmente se encuentra preso en Soto del Real. El vicepresidente del Parlament, Josep Costa (JxCat), señaló ayer que los independentistas deberían abrir una "reflexión profunda" si vuelve a fracasar la investidura de Sànchez sobre cual es la situación que vive Cataluña y "si ha servido de algo votar" en los comicios del 21-D.
En este sentido, Costa advirtió que los independentistas no temen la convocatoria de unas nuevas elecciones y se mostró confiado en que "las volverían a ganar". Con todo, el diputado de JxCat apuntó que espera que el Tribunal Supremo permitirá esta vez acudir a Sànchez a la investidura en la cámara catalana. De lo contrario, Costa afirmó que se trataría de un hecho "muy grave" y avanzó que los independentistas apostarían por no celebrar el pleno.
Por su lado, Sànchez pidió poder estar presente en la sesión de investidura, que tendría que celebrarse el viernes en la Cámara catalana, y defendió que sería "la oportunidad de encarrilar una solución política" a la situación de Cataluña. Y es que con el expresidente catalán Carles Puigdemont en libertad bajo fianza en Alemania, y el diputado de JxCat Jordi Turull autodescartado para la investidura y también encarcelado, los independentistas volverían a quedarse sin un candidato claro a liderar la Generalitat si el Tribunal Supremo decide no permitir a Sànchez acudir al pleno.
Se abriría entonces la disyuntiva entre proponer un candidato "viable", como reclaman los partidos constitucionalistas, o esperar a que corra el reloj hasta la fecha límite del 22 de mayo y el Gobierno deba convocar unas nuevas elecciones.
En defensa de los Comités
Mientras, JxCat, ERC y la CUP anunciaron ayer que llevarán al Parlament una denuncia contra la "criminalización" de los Comités de Defensa de la República (CDR) por parte del "aparato del Estado español". En una propuesta de resolución, los tres grupos independentistas defienden las protestas de estos grupos como acciones de "desobediencia pacífica y no violenta" y consideran que las últimas actuaciones policiales y judiciales contra los CDR vulneran "todos los derechos civiles y políticos" de los ciudadanos. Ante esto, reivindican la libertad de manifestación a favor de "la autodeterminación" y "la construcción de la República". De hecho, los partidos independentistas se concentrarán este jueves por la mañana a las puertas de Audiencia Nacional para dar su apoyo a la integrante de los CDR detenida en Viladecans (Barcelona), Tamara Carrasco, que tiene que declarar ante el juez Diego de Egea por la presunta comisión de delitos de terrorismo y rebelión.
En referencia a estas acusaciones, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, indicó que no aprecia actos de terrorismo en las actuaciones de los CDR y llamó a la "ponderación" de todas las partes. En esta línea, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, calificó de "despropósito jurídico" las acusaciones de terrorismo por los actos de estos grupos independentistas. Por su parte, el portavoz de Ciudadanoss en el Congreso, Juan Carlos Girauta, lamentó que en Cataluña hay un "clima preocupante de hostilidad creciente" por las acciones de los CDR, mientras que el portavoz del PP en la cámara baja, Rafael Hernando, equiparó estos grupos independentistas con la kale borroka.