El líder de Catalunya En Comú Podem en el Parlament, Xavier Domènech, aprovechó el pleno de ayer en el Parlament para intentar seducir a ERC con la propuesta de un gobierno transversal formado por independientes. En esta proposición subyace la idea de desbloquear el inicio de la legislatura en Cataluña y superar el enfrentamiento entre los bloques independentista y constitucionalista.
De hecho, esta posibilidad ya fue esbozada por el líder de los republicanos en el Congreso de los Diputados, Joan Tardà, que propuso "sacrificar a Puigdemont" y que ERC se acercara a los comunes y al PSC para lograr formar un gobierno transversal de izquierdas. La idea de Domènech recibió ayer el aval de la dirección de Podemos, de la mano de su secretario de Organización Pablo Echenique, así como de la portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, y de la alcaldesa de Barcelona y coordinadora de Catalunya en Comú, Ada Colau.
Presión sobre ERC
A pesar de todo, la presión interna y externa sobre la dirección de Esquerra para mantener el frente junto con los independentistas y apoyar a Puigdemont continúa siendo intensa. El número dos de ERC en el Congreso Gabriel Rufián afirmó el martes en una entrevista en 8TV que la Mesa del Parlament "se lo juegue todo" para investir a Carles Puigdemont.
Por su parte, el portavoz de la CUP en la cámara catalana, Carles Riera, pidió que se permita la entrada de los diputados anticapitalistas en la Mesa del Parlament para proponer la investidura de Puigdemont, y afirmó que los cupaires asumirán todas las responsabilidades institucionales y políticas que se deriven de sus actos. Riera resumió con estas palabras la fórmula de la CUP: "Investir a Puigdemont, hacer República y volver al camino de la dignidad nacional".
