Cataluña

Poligal prevé crecer un 80% hasta 2020 y se prepara para producir en América

  • Ha abierto una fábrica en Polonia en la que ha invertido 40 millones
  • Exporta a México desde hace 15 años y será el siguiente objetivo productivo
  • La compañía está potenciando la internacionalización y la innovación
El consejero delegado de Poligal, Santiago Font. Foto: Luis Moreno

La compañía química del grupo Peralada prevé aumentar los ingresos desde los 82 millones de euros de 2017 a los 150 en 2020, impulsada por una nueva fábrica en Polonia abierta en noviembre y por el nuevo plan estratégico 2018-2022, que incluye la voluntad de "tener presencia" productiva en América.

Poligal, especializada en film plástico de polipropileno para envasar alimentos, acaba de completar el arranque de la producción en Polonia, donde, tras una inversión de 40 millones de euros, este año trabajará a un tercio de su capacidad, y prevé alcanzar el pleno rendimiento en 2020.

"La planta de Polonia supone pasar de ser una empresa pequeña-mediana a ser una mediana-grande, y pasar de ser una firma ibérica a una paneuropea", ha explicado a elEconomista el consejero delegado de Poligal, Santiago Font.

La empresa de la familia Suqué Mateu tiene también una fábrica en Galicia y otra en Portugal, que amplió en 2016 con una inversión de 14 millones de euros. Desde ellas sirve al mercado ibérico y exporta principalmente a México, donde la compañía está presente de manera comercial desde hace más de 15 años, pero sus planes de futuro pasan por ubicar producción allí para servir al mercado del continente americano.

Actualmente, además de a Europa -mercado que quiere reforzar desde Polonia- y México, exporta al norte de África, Chile, Brasil, Estados Unidos y desde hace unos meses Turquía. La diversificación territorial forma parte de su estrategia de buscar nuevas fuentes de ingresos en un sector en el que la materia prima se ha encarecido y el aumento de competidores ha reducido los márgenes.

Otra de sus bazas para hacer frente a la competencia es la innovación, de forma que no solo vende producto básico para fabricantes de embalaje, sino que se alía con ellos y con fabricantes de maquinaria y alimentarios para crear plásticos especiales a la medida de sus necesidades.

Algunos ejemplos son plásticos antivaho para bolsas de ensalada, otros que evitan que las bolsas de patatas fritas exploten por cambios rápidos de altitud -lo que se da en la geografía latinoamericana-, así como plásticos biodegradables y que faciliten su reciclaje.

Poligal, que prevé aumentar un 40 por ciento la facturación este 2018 hasta 115 millones de euros, no se cierra ninguna opción para su crecimiento futuro, desde la incorporación de nuevos materiales al impulso de nuevos tratamientos secundarios del plástico para darle valor añadido.

También están abiertos a alguna adquisición de otra empresa especialista si surje la oportunidad, si bien la prioridad es consolidar las inversiones realizadas en Portugal y Polonia y huir del endeudamiento, que se limita a ocho millones de euros para la operativa del negocio. Las inversiones las realizan con recursos propios y con inyecciones de capital de la familia Suqué Mateu.

Poligal es líder de su sector en España y Portugal, y está creciendo en Europa, donde la zona de Alemania, Austria y Suiza ya supone el 20 por ciento del negocio. Entre sus clientes figuran gigantes de la industria de producción de envases como Mondi, Amcor, Constantia, Bemis, Emsur y Saica Flex, así como fabricantes alimentarios como Pepsico, Coca-cola, Bimbo, Guyon, Siro y Florette.

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