
Los servicios mínimos fijados para la huelga del viernes son del 90%.
Los trabajadores de Eulen continúan aumentando la presión sobre la compañía y sobre los usuarios del Aeropuerto de El Prat. Ayer, de acuerdo con Efe, los trabajadores, que se encargan de la seguridad en la zona de embarque, acordaron fijar paros de 24 horas a partir de mediados de agosto, de manera indefinida. Las huelgas parciales, que arrancan mañana, se mantienen. El gobierno fijó unos servicios mínimos del 90 por ciento en todos los turnos y en las dos terminales del aeropuerto este viernes.
En un clima tenso porque las negociaciones se encuentran en un punto muerto -los trabajadores se niegan a avanzar si no participa Aena y el gestor reitera que nunca media en este tipo de conflictos-, las líneas aéreas están preocupadas. De acuerdo con Aceta, la asociación de compañías españolas de transporte aéreo, desde el pasado 24 de julio, cuando se produjo un fuerte incremento de los tiempos de espera para cruzar la zona de embarque, relacionándose con una posible huelga de celo de los trabajadores de Eulen, alrededor de unos 1.000 usuarios se han quedado en tierra por no llegar a tiempo para tomar el vuelo.
Además, estos retrasos crean problemas operativos a las líneas aéreas, que están obligadas, por razones de seguridad, a tener que desembarcar las maletas facturadas de los pasajeros que no se encuentren en el avión o bien a retrasar el horario o de salida. " Compañías como Vueling, líder en El Prat, se están viendo obligadas a retrasar más del 30 por ciento de sus vuelos porque en algunos de ellos faltan hasta 50 pasajeros", indicó Aceta el martes en un comunicado. Eulen, por su parte, mantiene su silencio desde que el viernes anunciara la interposición de un conflicto colectivo por considerar que la huelga del día 4 es abusiva e ilegal.
El 27 de julio, que fue uno de los peores días, las colas para cruzar la zona de embarque en El Prat alcanzaron las dos horas, según agencias.