
Las exportaciones catalanas crecieron un 15% en mayo respecto al mismo mes de 2016, hasta 6.347,5 millones de euros, de forma que ha sido el mes de mayo con más exportaciones de toda la serie histórica y con un crecimiento superior al de la media de la UE (+13,8%).
El Gobierno catalán está revisando al alza sus previsiones de crecimiento de la economía catalana para este año y 2018 por el impulso del sector exterior, tras registrar en 2016 el máximo histórico de PIB gracias a la aportación de la industria (+4%) y las exportaciones (+4,1%).
El vicepresidente y conseller de Economía catalán, Oriol Junqueras, auguró ayer en rueda de prensa un avance del PIB de alrededor del 3% este año. Los cálculos actuales del Govern para 2018 apuntan a un crecimiento del 2,6% debido a la desaceleración de la demanda interna una vez pase el "efecto rebote" del consumo que ha seguido a la atonía de la crisis, indicó el secretario de Economía, Pere Aragonès.
El Govern recordó que el año pasado se registraron récords de exportaciones, turismo internacional (en número de visitantes e importe de gasto e inversión extranjera directa, pero reconoció que el empleo sigue siendo la asignatura pendiente: "Tenemos una economía sólida, abierta, diversificada y eficiente. El adjetivo a añadir es que sea equitativa", ejemplificó Aragonès.
El volumen de empleo sigue siendo un 10,9% inferior al de 2007, lo que supone 438.000 empleos menos, y recuperar los niveles precrisis tardará "años", según la directora general de Análisis Económico, Natàlia Mas. Las previsiones para 2017 y 2018 pasan por la creación de 156.000 empleos y reducir la tasa de paro hasta el 11,6%. Otro desafío es que las condiciones del empleo actual hacen que haya muchos trabajadores en Cataluña en riesgo de pobreza.
Auge empresarial
La creación de empresas en Cataluña duplicó la media estatal en 2016, con un aumento del 18,6% -el mayor desde 1994- y el 8,3% respectivamente, y en el primer semestre de 2017 se han creado casi 11.000 sociedades mercantiles, el 20,4% del total en toda España, y las disoluciones han caído un 9,4%, frente al aumento del 5,7% en España.