
Los esfuerzos que está haciendo el Gobierno catalán para tratar de atraer partidos que apoyen el referéndum unilateral continúan sin cuajar. Sáenz de Santamaría recuerda a Puigdemont el no rotundo a la consulta.
A pesar de que ayer consiguió que Podemos acudiera a una reunión de urgencia convocada por la Generalitat para hablar de la consulta, Albano Dante Fachin, secretario general de Podemos en Cataluña, adelantó que el planteamiento de su partido no había cambiado, que creía que el referéndum era el mejor camino para Cataluña, pero que este se debía hacer con todas las garantías.
Estas declaraciones, sumadas a la negativa del partido de Xavier Domènech y Ada Colau, Catalunya en Comú, de acudir a la reunión, dejan al Ejecutivo catalán como estaba: con el único apoyo de la CUP para convocar el referéndum ilegal. Esta negativa deja a Carles Puigdemont con la única salida de convocar elecciones o arriesgarse a ser inhabilitado si continúa adelante con una consulta, que va camino de convertirse en un nuevo 9-N. "Un referéndum unilateral con fecha y pregunta no es nuestro escenario. Pero estamos dispuestos a dialogar", insistió Albano Dante Fachin en rueda de prensa tras la reunión.
Podemos está pendiente de que el PDecat se pronuncie sobre si apoya, o no, la moción de censura a Mariano Rajoy. De hecho, Fachin aprovechó la reunión para criticar que el presidente se haya cerrado a dialogar con Puigdemont acerca del referéndum.
Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno español, había señalado unas horas antes de la reunión de ayer en la Generalitat que, de alguna manera, entendía que el Gobierno de Carles Puigdemont estaba presionando para provocar una reacción de Estado, por lo que no iba a adelantar qué pasos iba a poner en marcha para impedirlo.
Santamaría insistió en que el referéndum unilateral no se llevaría a cabo e insinuó que los movimientos que está impulsando el Govern "tienen un ojo puesto" en las encuestas electorales. Insistió en que en Cataluña se vive un clima "preelectoral" y volvió a invitar a Puigdemont a que acuda al Congreso a hablar del referéndum. Santamaría insistió en que habían sido muchos los partidos que se lo habían pedido y recordó que en el tema del problema catalán, el PP y el PSOE estaban de acuerdo.
Asimismo, recogiendo el hilo argumental que había defendido Mariano Rajoy durante la Reunión Anual del Círculo de Economía el pasado fin de semana, insistió en que el Gobierno catalán estaba en manos de la CUP, mientras que los cupaires hicieron hincapié en las estrategias de represión del Estado y demandaron a Puigdemont que fijara fecha y pregunta para la consulta, pasando a los actos.
A pesar de la convocatoria de urgencia del Govern, sigue sin fijar una fecha y una pregunta para el referéndum. Cualquier movimiento que haga en este sentido puede provocar una actuación de la Fiscalía, ya que el Tribunal Constitucional ha dictaminado que la consulta no es acorde a la Constitución y que el Gobierno catalán debe impedir que se celebre. Neus Munté, portavoz del Govern, no dio información sobre cuándo se podrá fijar la fecha, solamente que podría anunciarse en "unos días o en unas semanas".