
Por Jordi Grau*
Las pretensiones secesionistas existen y tienen, en muchos casos, una raíz profunda, que nace de un sentimiento, de una determinada forma de ser y entender distinta, peculiar y que marca los deseos soberanistas.
Acabamos de vivir dos episodios que demuestran la manifiesta incomprensión de los políticos estatales frente a una buena parte de los ciudadanos de Catalunya.
El primero, el cacareado anuncio del Presidente Rajoy y del resto de Gobierno Central, con promesas de inversiones para pretenden "apaciguar" las aguas del independentismo. ¡Error! En primer lugar, porqué ya nadie se las cree. Y, en segundo lugar, porqué la falta de inversiones, es tan solo un aspecto más del "problema" catalán, que va perdiendo protagonismo frente a las otras causas que sustentan el citado "problema": la lengua, la cultura, la educación, el derecho propio -tanto el llamado "foral" como el de decidir su futuro-, son elementos de mucho más peso, que son sistemáticamente ignorados. El resultado es que la petición ciudadana a ejercer el derecho a decidir no remite, incluso en caso de ejercerse unilateralmente, frente a la negativa del Gobierno Español a la petición de realizar un referéndum pactado de autodeterminación.
El segundo episodio, lo ha protagonizado el Ex Presidente Zapatero (que definió la crisis como "una suave desaceleración") ante la previsible postura de los socialistas catalanes frente a la candidatura de Susana Díaz. No se le ha ocurrido otra que dejar entrever que no se la apoya por ser mujer y andaluza. Si algo tiene Catalunya es que es tierra de acogida y muchos de sus políticos son mujeres y/o nacidos fuera de aquí: ha tenido un Presidente nacido en Iznájar (Córdoba-Andalucía) y muchos de los que hoy defiende el derecho a decidir (incluso el independentismo) no son nacidos en Catalunya. En cuanto a la supuesta discriminación por razón de sexo, baste señalar que Barcelona tiene una Alcaldesa y la oposición al Govern de la Generalitat la preside una mujer (Inés arrimadas) nacida en Jerez de la Frontera (Cádiz-Andalucía)
Resulta desolador que no se entre en el fondo de la cuestión que resulta central en Catalunya. Pero, en estos momentos, tanto PP como PSOE tienen problemas más graves que están comportando su desintegración, con lo que el problema catalán no deja de ser un alivio para ambos.
*Abogado