La multinacional francesa de bolígrafos y mecheros Bic Graphic ya ha dado el primer paso y ha comunicado a sus trabajadores su intención de iniciar la negociación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
Aunque la empresa no ha confirmado el alcance de la medida, fuentes sindicales afirman a el Economista que afectaría a un mínimo de 45 personas, que representa un 11% de la plantilla (a efectos legales tendrán que despedir a un mínimo de 30). Sin embargo, otros no son tan optimistas y elevan el número de despidos a más de la mitad de los 400 trabajadores que tiene la planta. En todo caso, la empresa insiste en no dar ninguna cifra concreta hasta que se constituyera la primera reunión tras habilitar la mesa de negociación. La próxima reunión será después de Semana Santa.
En definitiva, y tal y como adelantó elEconomista, la planta no se cerrará ni se venderá. Desde la central francesa de Bic Graphic se decidió a principios de febrero que la fábrica se mantendría operativa, pero que se necesitaba un plan de reestructuración para hacerla viable. Esta es una decisión que se ha tomado a nivel europeo. La compañía emitió en aquel momento un comunicado donde confirmaba que Bic Graphic seguirá con todos los procesos actuales y reportará a partir de ahora a otra división, Bic Consumer Products, supervisada desde Francia.
Más demoras
El plan debía presentarse a finales de febrero, pero una vez más, la empresa ha dejado en vilo a los trabajadores más tiempo de lo anunciado. Y es que la decisión de si se mantenía abierta la planta catalana ya se retrasó más de un año.
La primera alerta saltó a principios de 2016, cuando Bic Graphic cuestionó la viabilidad de la planta y amenazó con su cierre. Esta decisión debía comunicarse y ratificarse antes de que acabara aquel año. Pero la realidad fue otra, y el comunicado, así como las idas y venidas de la directiva, se alargó más de doce meses.
