
El referéndum es el único hilo del que cuelga la legislatura. Es la conclusión que desprende el inicio del debate sobre Presupuestos que comenzó ayer en el Parlament, y donde la CUP se mostró muy crítica.
La diputada anticapitalista, Eulàlia Reguant, llegó a acusar a JxSí de chantajearles con no convocar el referéndum si ellos no les aprobaban los Presupuestos. Y después de casi partir en dos a la formación antisistema, con la marcha de su ideólogo económico incluida, la CUP acabó cediendo.
Reguant reconoció la espantada. Ni más progresividad, ni revertir privatizaciones, ni muchas otras medidas que parecían inamovibles y que fueron cayendo una a una.
Sin embargo, subrayó que para que finalice "el chantaje político" y el "liberal autonomismo, la CUP da dos votos positivos y dos condicionados al compromiso del referéndum", con lo que JxSí podrá aprobar las nuevas cuentas.
La CUP se esforzó en recordar sus propuestas, pero sobre todo, centró su discurso en exigir que Puigdemont y Junqueras fijen una fecha para el referéndum antes de septiembre. "Alex Salmond anunció el referéndum 18 meses antes, llegamos tarde", comparaba en alusión a Escocia. Con una papeleta con la respuesta binaria al hipotético referéndum, Reguant finalizó que su proposición es "tumbar el régimen y construir la república". A pesar de mantener su apoyo, fue dura con JxSí, pero el resto de la oposición fue aún más crítica, y centró sus ataques en el referéndum que no tiene el aval del cuerpo de juristas de la Cámara.
400 millones, a debate
Ciudadanos puso en tela de juicio de nuevo que hasta 400 millones de euros están repartidos en diferentes partidas que se pueden utilizar para otros objetivos. El diputado Carlos Carrizosa insistió en la fuerte "burbuja informática" que se financiacia en los Presupuestos. El PSC, por su parte, reprochó a JxSí que pida diálogo, y que después quiera cometer ilegalidades. Una tesis que defendió CSQP. El PP criticó que el Govern está trabajando en medidas "dando por descontado que gana el independentismo".