
El fabricante de material eléctrico Simon Holding cierra el año de su centenario en positivo. La firma facturó 308 millones, un 1% más que el año anterior. Aunque creció, la evolución de Simon notó el fin de la etapa electoral donde los consistorios aceleran los planes urbanísticos con el cambio de la iluminación exterior como uno de los puntales. Este crecimiento de apenas el 1% se situó muy por debajo del que registró el año pasado, que se aproximó al 17%.
Pero su director general, Luis Lopezbarrena, atribuye esta desaceleración a la depreciación de algunas divisas con las que opera en otros mercados como Turquía, Rusia, Argentina o Brasil y que han repercutido en la consolidación de resultados. Sin el efecto divisa, Lopezbarrena afirmó que el crecimiento se habría aproximado al 6%.
Sin embargo, Lopezbarrena prevé llegar a los números precrisis en un par de años, tal y como adelantó el pasado mes de mayo en una entrevista a elEconomista. Por lo que, en 2019 recuperará los 350 millones que registró en 2007. Aunque su gran novedad en el centenario de la compañía es la nueva serie 100 de enchufes conectados a Internet y que permiten interactuar a través de una app, ha hecho algunas aperturas en el exterior. En concreto, abrió un nuevo centro en Rusia, uno de sus mercados más conflictivos por la situación del rublo, pero que en todo caso no se plantea dejar. "Este centro puede ser una fábrica, un almacén o un centro logístico, la inversión está hecha", subrayó Lopezbarrena. Y por otra parte, la compañía también ha abierto un centro logístico en Marruecos, donde ya tenía presencia con una planta productiva que abrió a finales de la década pasada.
A pesar de tener mercados adversos, Simon tampoco prevé cesar su negocio en Brasil, cuya coyuntura tampoco ha sido positiva en 2016, y donde el arranque del nuevo año tampoco ha presentado mejores augurios. Los mercados más importantes para la multinacional catalana son China, que creció un 6,5%; y España, con una evolución del 6,5%.