
Junts pel Sí y la CUP explicaron ayer que habían llegado a un acuerdo sobre el texto de la tercera ley de desconexión de Cataluña con España, conocida como la Ley de Transitoriedad Jurídica. En ella, se establece el marco para cambiar de la legalidad española a la catalana, dando validez al referéndum que planea Carles Puigdemont.
Sin embargo, esta nueva ley es, por ahora, una mera carta de intenciones, porque tanto JxSí como la CUP no van a hacerla pública: no quieren que sea suspendida. Ayer, los partidos independentistas se limitaron a difundir los apartados del futuro texto legal, pero siguen manteniendo en secreto los artículos de la norma. Si bien, adelantaron que el texto define a Cataluña como una ?República de derecho, democrática y social?. Este anuncio se produce en medio de las negociación presupuestaria y en un momento en que los catalanes comienzan a mostrar cierto hastío de la política que están llevando JxSí y la CUP.
Las otras dos propuestas legislativas para la ruptura, la Ley de la Hacienda Catalana y la de la Seguridad Social, ya han generado conflictos con el Gobierno de Mariano Rajoy, porque atentan contra la Constitución española.
Pérdida de apoyo electoral
Junts pel Sí y la CUP hicieron público este acuerdo el mismo día que el Centre d?Estudis d?Opinió (CEO), el CIS catalán, revelara una diferencia de casi un punto y medio entre los detractores y partidarios de la independencia. La encuesta destaca que los ciudadanos que rechazan la ruptura alcanzan el 46,8 por ciento, frente al 45,3 que aboga por la separación. Los indecisos suponen un 7,8 por ciento del total.
Estas cifras suponen romper el empate técnico del mes de noviembre, en el que la diferencia entre las dos opciones era de apenas un 0,2 puntos porcentuales.
La caída de la opción independentista también se refleja en menores apoyos al soberanismo en unas hipotéticas elecciones al Parlament. Junts pel Sí pasaría de los 62 diputados actuales, a una horquilla de 59-61 diputados, mientras que la CUP se movería de 10 a 6-8 representantes. Con estos números, la mayoría absoluta del independentismo en el Parlamento catalán estaría en peligro, ya que no se asegura llegar a los 68 diputados.
La segunda fuerza parlamentaria sería C?s, que también caería de los 25 actuales a 22-24. Entre los partidos que crecen destacan el PSC, con un ligero aumento de 16 a 17-18; CSQP, que pasaría de 11 a 14-15; y el PPC, que podría mantener sus 11 diputados o ganar uno.