
La cadena de restaurantes de comida rápida Viena ha duplicado sus beneficios al cierre del año 2015, alcanzando los 3,5 millones de euros. Fundada en Sabadell, este negocio es una de las tantas empresas familiares catalanas que cuentan con un amplio reconocimiento social, pero cuya presencia mediática es prácticamente inexistente.
El importante aumento beneficios en comparación al 2014 se produce después de que la firma fundada por Pere Llorens y Silvestre Siscart desembarcara en la Comunidad Valenciana, pues hasta hace dos años sólo operaba en Cataluña y Andorra. También tuvo un establecimiento en Aragón, en el interior de un centro comercial de Zaragoza que inauguró en 2011, pero ha tenido que cerrar ante la mala marcha del negocio. En Valencia también opera en un centro comercial de Alfafar (en este caso, fuera del mismo en una nave cercana). En definitiva, las ganancias del ejercicio 2015 se deben realmente, según el propio informe de la compañía, al aumento de la propia actividad de Viena como la venta de bocadillos y otros productos.
Los ingresos también han aumentado un 4,5% hasta los 68 millones de euros, pero Viena sufre un cierto estancamiento desde hace más de un lustro. En 2008, la compañía ya facturaba 70 millones de euros, y durante los últimos años se ha mantenido sobre los 65 millones de euros en ingresos. El 'hereu' de uno de los fundadores, Marc Siscart, que ahora dirige la compañía desde una cúpula profesionalizada siempre ha persistido en la idea de crecer "lento pero bien", muy común entre el empresariado catalán. Sin embargo, ni el número de locales ni de trabajadores ha variado en demasía.
Cierra en Zaragoza y Girona
Si en 2014 la firma tenía 44 locales, al cierre del pasado ejercicio registró 45 centros ubicados entre Cataluña y Valencia, además de los dos que tiene en Andorra. Por lo que el balance es equilibrado entre cierres y aperturas.
En los últimos dos años ha echado la persiana en dos restaurantes, el de Zaragoza en el Centro Comercial Plaza Imperial donde tenía una competencia feroz con 100 Montaditos, Muerde La Pasta y otros mayores como Burger King o McDonalds; y también en Girona hace tan sólo unas semanas, donde la propia cadena aseguró que "no encajaba en el modelo actual de la cadena por la limitación del espacio", ya que ahora buscan establecimientos de más de 500 m2.
Por el contrario, en 2015 realizaron aperturas en ciudades como Lleida, Cabrera o Alfafar (Valencia). Este año, también inauguraron un nuevo local de gran tamaño en Vilafranca del Penedès (Barcelona), muy cerca de un competidor que conoce bien, Burger King. Próximamente también tienen previsto abrir un centro en Abrera (Baix Llobregat). Aunque su aventura en Zaragoza no fue del todo bien, su negocio en Andorra va viento en popa.Según los resultados de la compañía, la firma radicada en el país pirenaico ha aumentado su resultado de 2015 un 83%, hasta alcanzar los 380.000 euros.
En el último año, aunque sí han aumentado las contrataciones hasta alcanzar los 1.471 empleados (un 9,4% más),este dato es muy similar al que tenían a finales de la pasada década, cuando contaban con unos 1.400 trabajadores.