
Bimbo frena los números rojos que pesan en su cuenta de resultados desde 2009, pero no consigue cumplir con las previsiones que barajaba la dirección hace poco más de un año.
La filial española acumula pérdidas de 4 millones de euros en los primeros nueve meses del año, según indican a elEconomista fuentes autorizadas de la empresa. Esta es la situación de la multinacional mexicana de bollería en España, que si bien es cierto, ha reducido a la mitad sus números rojos desde septiembre de 2015, cuando perdía 8 millones.
Sin embargo, el presidente y director general del grupo Bimbo a nivel mundial, Daniel Servitje, declaró hace poco más de un año que "confiaba" en que la empresa entraría en beneficios en España en 2016. Lo hizo cuando inauguró su mayor planta europea en Azuqueca, Guadalajara. Este centro, que tiene el mayor horno del mundo, es donde se ha trasladado la línea de pan y ha ayudado a que la producción aumente un 9%. Pero algo está fallando en la parte comercial, ya que no se corresponde con la fabril, a un alto nivel.
Menores ventas por Mercadona
Bimbo se ha visto muy afectada en los últimos años por el caballo de Troya que supone el pan de molde de marca blanca (especialmente el de Mercadona) y este año sus ventas son inferiores a las del pasado ejercicio, si bien la compañía está incrementando la producción.
La presión sobre los ingresos ya se dejó sentir en los resultados mundiales del grupo en el semestre. Pese a que se había logrado un incremento del beneficio del 13,6% en Europa (España y en menor medida Portugal y Reino Unido), las ventas "permanecieron bajo presión por el entorno competitivo y contrarrestó nuevos lanzamientos".
Esta evolución ha provocado que la matriz mexicana haya tenido que inyectar dinero a su filial española en los últimos años. Desde 2014, sólo en la sociedad Bimbo S.A. ha aportado hasta 8,5 millones de euros, según los datos que constan en el Registro Mercantil.
En realidad, si se cuentan las inyecciones de capital a su hólding en la Península Ibérica desde que recompró la firma en 2011 a la multinacional Sara Lee, las aportaciones alcanzan los 95 millones.
Este hólding, llamado Bakery Iberian Investment, incluye otras participaciones en Argentina, Ecuador o China, pero sólo la española Bimbo S.A. se lleva hasta 59 millones desde 2011. Y es que las pérdidas del negocio en España llegaron a ser de 60 millones en 2012, y se fueron reduciendo a 20,9 millones en 2013 y 18,1 millones en 2014. En 2015, las pérdidas fueron de 34 millones, según datos del Registro Mercantil.
Ni la compleja estructura societaria que ideó Bimbo México en España con la participación relevante de una sociedad holandesa (en casi un 40%) ha conseguido devolver su negocio en España a números negros. La inversión llevada a cabo también es elevada con la compra de Panrico (190 millones) y el desembolso en la fábrica de Guadalajara que ya se eleva hasta los 90 millones.
Sin noticias de Panrico
La comisión de integración que debe decidir cómo integrar las fábricas de Panrico en el grupo sigue sin llegar a un consenso. Y es que una de las opciones sería cerrar su fábrica más longeva en España, Granollers (Barcelona), para unificar la producción en la antigua Donuts de Santa Perpètua de Mogoda.
Por otra parte, los sindicatos liderados por CCOO han llegado a un preacuerdo para aprobar el convenio de Bimbo, que caducó a finales del pasado año. Las novedades más relevantes es el incremento del 0,7 por ciento del salario base con carácter retroactivo. El plus de festivo y nocturno también aumenta un 0,25 puntos hasta llegar al 1 por ciento. Además se crea un nuevo permiso retribuido para acompañar a familiares a consultas médicas. La fecha de la firma final es el 30 de noviembre, por ahora se están haciendo rondas y asambleas para ratificar el acueredo con los trabajadores. El sindicato independiente de AITB se ha desmarcado de la firma del preacuerdo al no lograr algunas peticiones muy concretas.