Cataluña es la comunidad autónoma con un mayor número de hospitales y camas pertenecientes a compañías privadas dentro de su sistema sanitario. De hecho, se trata de la única región española que dispone de un mayor número de camas en hospitales privados (19.387) que en los públicos (15.307).
Es decir, la Generalitat depende de estos centros para poder dar cobertura sanitaria a toda su población. Por ese motivo, Cataluña es la comunidad autónoma que destina más dinero a la partida de conciertos, con un importe cercano a los 2.400 millones de euros, lo que representa aproximadamente el 25,6 por ciento de su gasto en salud.
Sin embargo, con la llegada del consejero de Sanidad, Toni Comín, se ha abierto una cruzada para desprivatizar todo el sistema sanitario en la región, lo que está provocando todo un desajuste tanto en el terreno laboral como, y lo que más preocupa a los pacientes, en el posible aumento de las listas de espera. Así lo han manifestado los propios sindicatos en esta región, que en este caso han cambiado su discurso habitual a favor de la sanidad pública. UGT en Cataluña ya ha reconocido que el proceso de eliminar los conciertos sanitarios iniciado por la Generalitat "dista mucho de ser un éxito". Según este sindicato, a raíz de estas medidas "muchos eventuales se han quedado sin trabajo" y"previsiblemente", las listas de espera aumentarán.
En sus 9 primeros meses al frente de la Consejería, Toni Comín ya ha expulsado de la sanidad público a la Clínica del Vallés, un centro propiedad del grupo Quirón que hasta el 15 de agosto atendía a pacientes de la sanidad pública. Esta clínica recibía 2.600 derivaciones para intervenciones quirúrgicas y otras 1.000 hospitalizaciones del hospital público Parc Taulí, por lo que recibía 7,2 millones de euros al año. La actividad pública que hacía hasta ahora y 32 de sus trabajadores han sido absorbidos por Parc Taulí y Consorci Sanitari de Terrassa, un hecho que también suscita las dudas de los sindicatos por su dudosa legalidad
Ahora, Comín ya ha confirmado que la próxima desprivatización será la del Hospital General de Cataluña, también del grupo Quirón, que sólo podrá seguir recibiendo pacientes para aligerar las listas de espera hasta el 31 de diciembre. La Generalitat justifica estas medidas afirmando que forman parte del plan de choque social que pactaron JxSí y la CUP, con el argumento de que no se debe escapar "ni un solo euro del presupuesto público a los beneficios de una empresa privada".
Reducir las listas de espera
Ayer precisamente, la institución que agrupa a l sanidad privada, el Instituto IDIS, presentó el informe "Sanidad privada: presente y futuro", en el que se daba cuenta de la actividad que desarrollan los centros de la red privada en el sisstema sanitario. Cerca de un millón y medio de cirugías (28,8 por ciento del total), seis millones de urgencias (22 por ciento del total), catorce millones y medio de consultas (15,8 por ciento del total) y cerca de un millón doscientas mil ingresos hospitalarios y altas (22,6 por ciento del total) se realizan ya en la sanidad privada, "lo que demuestra que este modelo de colaboración es actualmente "imprescindibles" para desahogar la demanda asistencial y aliviar las listas de espera en nuestro país", destacó el doctor Manuel Vilches, director general de este organismo.
"La sanidad privada y pública deben remar juntas y nunca por separado. El absolutamente imprescindible la simbiosis, la colaboración, para que el ciudadano no tenga que estar esperando tres meses para hacerse una prueba", afirmó por su parte Luis Mayero, secretario general del IDIS.
Según puso ayer de manifiesto esta institución, la participación del gasto privado en el total del gasto sanitario ha pasado del 24,9 por ciento al 30,2 por ciento entre los años 2010 y 2014.