
Panrico ha conseguido darle la vuelta a la tortilla de sus ingresos justo antes de la integración en Bimbo. La empresa de bollería catalana consiguió en 2015 el primer crecimiento de sus ventas desde 2008, al alcanzar una facturación de 260,7 millones de euros, casi un 1% más que un año antes.
La empresa tocó fondo en 2014, cuando sus ventas se desplomaron hasta 258,4 millones, muy lejos de los 645,5 millones que llegó a facturar justo antes de la crisis económica en 2008.
El hecho de que haya conseguido enderezar sus ventas no significa, sin embargo, que sus problemas financieros hayan quedado resueltos. A la espera de las decisiones que pueda adoptar ahora la mexicana Bimbo, su nueva propietaria, la compañía subió ligeramente sus pérdida en el último año, hasta 5,8 millones de euros, con lo que suma ya una década de números rojos.
Escenario de incertidumbre
Panrico, propietaria de marcas como Donuts o Bollycao, se mueve además en un escenario de incertidumbre, a la espera de la decisión del Tribunal Supremo sobre el ERE que ejecutó el fondo de capital de riesgo Oaktree en 2013 y que afectaba inicialmente a 745 trabajadores. Todo ello a la espera, además, de que Competencia apruebe definitivamente su venta a Bimbo.
La operación se cerró hace un año por 190 millones, pero sigue aún congelada. Uno de los productos que generaba más controversia ante el dictamen del regulador era, precisamente, el de pan de molde. En este segmento, Bimbo es líder absoluto en España, con un 39,6% de cuota de mercado, y Panrico cuenta con un 9,7%.
Así, Bimbo vendió el pasado mes de abril el negocio de pan de molde de Panrico a Adam Foods, compañía que comercializa las marcas de galletas Cuétara y Artiach.