
BPI modificará los estatutos para mantener a su frente a Fernando Ulrich. El presidente de la entidad alcanzó los 63 años el pasado ejercicio y las reglas del banco impiden la reelección para su comité ejecutivo de aquellos con 62 años cumplidos.
Un articulado que el consejo de administración propondrá remover en la junta que celebra el próximo 28 de abril, sin cuya supresión Ulrich saldría cuando agote su mandato en la primavera de 2017.
La propuesta, donde no se fija restricción a continuar en el cargo de la junta directiva, se produce en un momento difícil para la entidad. A BPI le queda apenas una semana para encontrar una solución que permita reducir su exposición a Angola, ya que el próximo lunes día 11 habrá expirado el plazo otorgado por el Banco Central Europeo (BCE).
Su no resolución enfrenta al banco a sanciones del organismo supervisor y el riesgo de precisar reforzar la solvencia. El no reconocimiento de equivalencia supervisora con Angola hace que las expo- siciones allí asumidas por la banca europea requieran ahora mayores colchones de recursos propios.
Las fórmulas planteadas por BPI, como escindir el negocio africano (Angola y Mozambique) en un holding autónomo, han fracasado por la negativa a aprobarlas por parte de la familia Dos Santos, dueña del 18,4 por ciento del banco a través de la instrumental Santoro.
La necesidad, sin embargo, de resolver el problema sirvió para que negociase con Caixabank -dueña del 44 por ciento del BPI-, si bien las pretensiones de Santoro descarrilaron el acuerdo. A días de la fecha límite, el abogado y político portugués Marques Mendes vuelve a dar como "inminente" el acuerdo, tal y como recogían ayer algunos medios lusos, sin que lo confirmasen las partes implicadas.
El comentarista político desveló, hace ahora un mes, la existencia de esas conversaciones e, incluso, de una proximidad en la negociación que derivaría en un pacto.