La constructora catalana Comsa Emte facturó 1.265 millones de euros en 2015, lo que supone un descenso del 7,2 por ciento con respecto a 2014 como consecuencia de la caída de la actividad en España, donde la inversión pública agudizó su contención.
Del total, la compañía ingresó 570 millones fuera de España, lo que representa el 45 por ciento. Los negocios de infraestructuras, ingeniería y mantenimiento concentraron el 80 por ciento de las ventas totales (1.013 millones).
Durante 2015, la actividad de infraestructuras de Comsa reportó una facturación de 736 millones, mientras que la de ingeniería alcanzó los 203 millones. Comsa Service, por su parte, ingresó 75 millones y el negocio de transporte, logística y maquinaria 33 millones. El grupo, que cumple 125 años, también está presente en otros sectores como medio ambiente, que registró una cifra de negocio de 81 millones, o el tecnológico, con 101 millones. En concesiones las ventas ascendieron a 22 millones y en energías renovables a 16 millones.
La constructora que dirige la familia Miarnau ha iniciado las negociaciones con las entidades bancarias para la renovación del acuerdo de refinanciación alcanzado en 2013, tal y como avanzó este diario en octubre pasado. La deuda incluida en esta negociación asciende a 811 millones de euros.
Desinversiones
Con el objetivo de reducir el nivel de endeudamiento, Comsa ha apostado por potenciar su especialización ferroviaria y, en paralelo, está desarrollando un plan de desinversiones en áreas no estratégicas. Recientemente ha formalizado la venta de sus acciones en Corporación CLD y ultima la venta de su filial Aritex Cading, una ingeniería de automoción y aeronáutica que en los últimos años ha conseguido relevantes contratos con Airbus en Europa y que también ha explorado mercados lejanos como el chino.
