
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, no ve razón para cambiar el nombre de la consellería de Asuntos Exteriores, pese a la suspensión decretada por el Tribunal Constitucional (TC).
En declaraciones a RAC 1, Puigdemont ha denunciado que lo que el Gobierno central intenta, a través de un TC "politizado", es abrir un "debate terminológico", porque "parece que les molesta" que lo que hasta ahora era una secretaría de Asuntos Exteriores se haya convertido en un departamento del Govern.
No obstante, ha insistido en que Raül Romeva seguirá siendo el conseller del ramo: "Ni tan solo pondremos 'Tipp-Ex' a su tarjeta de visita allí donde dice Asuntos Exteriores", ha afirmado Puigdemont, convencido de que "no tenemos por qué cambiar" el nombre.
"No dejaremos de hacer acción exterior y de intentar tener relaciones internacionales, buscaremos la manera de continuar haciéndolo", ha avanzado Puigdemont, que ha recordado que, por ejemplo, está previsto que próximamente el Instituto Cervantes en Roma acoja un acto de promoción de la cultura catalana con motivo del Año Llull, con motivo del séptimo centenario de Ramon Llull.
Puigdemont se ha mostrado "convencido" de que, al final, el TC no encontrará motivos para anular esta consellería y ha considerado "risible" y "paradójico" que el ministro José Manuel García Margallo y el PP acusen a la Generalitat de "politizar la justicia" pese a haber sido ellos los que llevaron el Estatut al TC.
BCN World "no hay problema"
Puigemont, se ha mostrado este jueves convencido de que el proyecto turístico y de ocio BCN World acabará haciéndose porque "ya no es un macrocasino" como el que se planteó la pasada legislatura.
"Estoy convencido de que se hará. El proyecto de hoy no es el BCN World por cuestiones de dimensiones", ya no cuenta con los promotores iniciales y la superficie destinada a casinos se ha reducido hasta el 6%, ha explicado en una entrevista en Rac1 recogida por elEconomista.
Ha asegurado que la propuesta inicial "era un error, difícil de encajar" para el territorio de Tarragona, pero ha defendido que el proyecto se ha redimensionado y se aleja mucho del embrión.
Preguntado por si este proyecto pone en riesgo el pacto de estabilidad con la CUP, ha dicho que no porque "en el acuerdo no está BCN World", ha reconocido que no coincide con el modelo turístico que defienden los anticapitalistas.
La iniciativa también suscita diferencias en la propia JxSí, teniendo en cuenta que ERC es contraria al proyecto inicial: "Somos conscientes de que es un asunto delicado pero estamos dedicando muchos esfuerzos para poderlo tirar adelante".
Puigdemont ha insistido en que "lo mejor para saber el futuro del proyecto es escuchar al territorio", después de que el vicepresidente y conseller de Economía, Oriol Junqueras, defendiera que si se hacía una consulta del proyecto debía hacerse en el conjunto de Catalunya.
Ve legitima la propuesta de Junqueras por lo que se abre a estudiarla si la apoya la mayoría de actores implicados, aunque reitera: "Si la consulta es el espacio de consenso para que el proyecto se haga, quien debe votar seguro es la gente del territorio".
También se ha abierto a revisar todavía más el proyecto si es necesario para "que no quede en vía muerta" porque es muy importante para la economía y el empleo de la zona, ha destacado.
Nuevos presupuestos
Sobre la aprobación de los Presupuestos, ha destacado que son una herramienta indispensable para garantizar la estabilidad del Govern que se comprometió a dar la CUP: "Le dije a Mas que aceptaba porque había una garantía de estabilidad parlamentaria porque si no, no aceptaba".
"Esto lo tiene claro la CUP, pero también espero que nos entendamos con más grupos", especialmente en el capítulo de financiación de políticas sociales, en el que espera encontrar a otras formaciones parlamentarias.