
La candidatura independentista Junts pel Sí se presentó en escena en el centro de Barcelona ante un paseo Lluís Companys abarrotado hasta Arco del Triunfo. La gran estrella de la tarde fue, sin duda y así se evidenció con los gritos de "president" y su puesta en escena, el actual presidente de la Generalitat y también futuro si gana Junts pel Sí.
Artur Mas se presentó como "el único que se ha atrevido a poner las urnas pese a las querellas", en referencia a la consulta del 9-N. El líder de Convergència sacó el argumentario que lleva utilizando desde que llegó a la presidencia de la Generalitat asegurando que el Gobierno español sólo da "portazos, querellas y desprecios". Mas, que fue quien más tiempo habló, se mofó de la frase de Aznar en la que aseguraba que "antes se rompería Cataluña que España", y retó al gobierno de Rajoy con que "Cataluña decidirá aunque el Estado no lo haya permitido", a pesar de que jurídicamente las elecciones son ordinarias. El president no hizo mención alguna a los registros que se han producido en la fundación de su partido ni en diferentes sedes de CDC. Finalizó su discurso remarcando el carácter plebiscitario de los próximos comicios "en un día para la historia".
Antes, el líder de Esquerra Republicana y número cinco de Junts pel Sí, Oriol Junqueras, echó la vista atrás y en su condición de historiador recordó el pasado y la resistencia del catalanismo. En temas sociales, Junqueras aseguró que no conseguir la independencia perjudicará la vida de los catalanes al no poder tener un estado del bienestar sostenible, por lo que hay que pensar "en los que vendrán para tener un futuro mejor".
La promesa: "Una vida mejor"
El discurso de la candidatura independentista también lo lideró la ex presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y ahora número dos de la lista, Carme Forcadell, que dejó clara la intención de bipolarizar las elecciones asegurando que "o se está a favor del sí y de ayudar a solucionar los problemas de Cataluña o se está a favor del no y con ello del PP y Rajoy".Forcadell también aseguró que no permitirán "que les digan como hacer el recuento" y que el independentismo "no amenaza ni quiere infundar miedo", pese a que el número uno, Raül Romeva aseguró que si gana el 'no' Cataluña quedaría gestionada por "un estado hostil". Un argumento muy utilizado en las últimas semanas por los diferentes miembros de la lista.
De hecho, esta radicalización del discurso va en consonancia con los propios argumentos de la candidatura publicados en un documento ayer. Donde uno de los ejes sobre los que gira Junts pel Sí es que el gobierno español "oprime y recorta" y con una Cataluña independiente esto se acabaría. Según su argumentario, "votar no es estar a favor de Aznar y el PP".
Para refrendar este argumento, el presidente de la asociación de independentistas castellanoparlantes, Súmate, Eduardo Reyes, encorajinó con un discurso sentimentalista para atraer a aquellos sectores tradicionalmente menos independentistas pero que están indecisos ante la crisis económica que azota a la población.
El mundo de la cultura catalana también tuvo su hueco con el cantautor, Lluís Llach, que apeló "a un futuro esperanzador". A través de un video, el ex entrenador del Barça, Pep Guardiola, siguió con su mensaje de "esperanza para hacer un estado desde cero donde los mejores políticos hagan" y aseguró que "si no se gana ahora, se ganará en otra ocasión" ante una hipotética victoria del 'no'.