La jornada electoral en Cataluña ha tenido un sabor agridulce para CiU. Aunque el partido de Artur Mas ha sido el más votado y el que más regidores ha obtenido en Cataluña, lo cierto es que Convergència ha perdido la alcaldía de Barcelona en manos de Ada Colau y en el área metropolitana de Barcelona se ha visto superada por ERC.
CiU basa su poder en la Cataluña interior y pierde fuerza en las áreas más urbanas. De hecho el independentismo de izquierdas (el formado por ERC y la CUP) superó con claridad en número de votos a CiU que logró 668.000 apoyos por 730.000.
Por su parte, el PSC logró mantenerse como segunda fuerza más votada (con 529.000) y consiguió retener el poder municipal en Tarragona, Lleida y la corona metropolitana, pero con menos apoyos. Las izquierdas, empujadas por Colau, alcanzaron los 366.000 votos.
Finalmente, Ciudadanos y PP empatan en votos, con 230.000 votos cada formación, con una fuerte subida del partido de Albert Rivera, que es tercera fuerza en Barcelona y Lleida y segunda en Tarragona. Sin embargo, la formación no ha sido el partido más votado en ninguna localidad catalana, mientras en el resto de España ha logrado cincuenta.
Por su parte, el PP sufre un hundimiento sin precedentes. En cuanto al número de votos independentistas y no independentistas, el equilibrio es enorme (1.350.000 y 1.400.000 votos).