El Instituto Catalán de Finanzas (ICF) concedió el año pasado préstamos y avales por valor de 732,6 millones de euros, lo que supone un 18 % más que en 2013.
En un encuentro con periodistas para hacer balance de la actividad del grupo en 2014, su consejero delegado, Josep Ramon Sanromà, ha precisado que de cara a este año el ICF prevé mantener un nivel de actividad similar al de 2014, ya que "la empresa ha aprendido a vivir con bastante menos crédito" que el que solicitaba hasta hace algunos años, ha dicho.
A estos 732,6 millones concedidos en préstamos y avales hay que sumar otros 9,3 millones de euros por nuevos compromisos de inversión por parte del ICF en diferentes instrumentos de capital riesgo.
Esta entidad financiera dependiente de la Generalitat cerró 2014 con un beneficio de 7,9 millones de euros, un millón más que el año pasado, lo que supone un 14,5 % más, y su morosidad se redujo en tres décimas, hasta el 13,5 %.
El volumen de operaciones creció un 49 %, hasta las 2.277, si bien más de la mitad de ellas continúa siendo para atender necesidades de circulante.
Con los 732,6 millones concedidos en préstamos y avales, el ICF financió a 1.642 empresas (un 40 % más que en 2013), de las cuales un 96 % son pymes y emprendedores.
Por tamaño de la empresa, las pymes y los emprendedores recibieron 330,3 millones, las empresas que facturan más de 50 millones lograron 259,3 millones y el resto, 143 millones, fue a parar al sector público.
En cuanto a la situación actual del grupo, del total de inversión y riesgo, que suma 3.303,9 millones, un 22 % está concentrado en el sector público y el resto en el privado.
A pesar de que desde 2011 el ICF ha reducido su exposición a las grandes compañías para centrarse en la financiación a pymes y autónomos, esta entidad todavía sigue pagando la 'factura' de proyectos fallidos en grandes empresas.
En cualquier caso, Sanromà ha precisado que cuando una empresa de este tipo entra en concurso, la entidad automáticamente provisiona toda la inversión que había hecho en ella, y ha precisado que casos como los de La Seda de Barcelona o Spanair están completamente dotados.
En el caso del grupo Husa, Sanromà ha asegurado que el ICF, al igual que la banca, está pendiente de conocer "cuánto recuperamos" de la inversión que aportó, que no ha precisado a cuánto ascendía.
Si en 2013 el ICF tuvo que provisionar unos 50 millones por créditos fallidos, en 2014 esta cantidad se ha reducido entre un 10 y un 15 %, ha precisado.
Por otra parte, Sanromà se ha mostrado satisfecho del volumen de actividad logrado durante 2014, dado que en un principio se preveía sumar unos 650 millones entre préstamos y avales, y ha dicho que de cara a los próximos años el ICF se propone seguir asumiendo más riesgo en colaboración con los bancos, con el fin de que las empresas puedan acceder al crédito.
Y es que, en su opinión, la banca tiene ahora "mucha liquidez", por la política adoptada por el BCE, pero el problema es la limitación de riesgo que se ha impuesto, de forma que "la banca pública debe aportar riesgo", para ayudar a que la financiación llegue a las empresas, especialmente a las pymes.
En este sentido, el ICF cree que continuarán creciendo los préstamos con mediación, aquellos en los que el ICF asume un 70 % del riesgo y los bancos el 30 % restante.
De los 3.023,9 millones que el ICF suma entre préstamos y avales, los préstamos con mediación suman 420,7 millones, los directos un total de 2.090,6 millones y los avales un total de 512,6 millones.