Estos últimos años de profunda crisis social y económica han propiciado una nueva manera de ver las cosas. Todas las personas y familias hemos dedicado esfuerzos y tiempo para solucionar nuestros problemas, en silencio y procurando que las carencias no fueran tan grandes para que no acabaran con todas nuestras ilusiones de futuro. Nuestra sociedad ha cambiado, nuestros jóvenes en el extranjero, nuestros sueldos de subsistencia, nuestra sociedad del bienestar en peligro, las pensiones, la sanidad pública, las instituciones sociales dedicadas a paliar sectores asistenciales, todo ello se tambalea por carecer de financiación y de ideas.
Todos hemos adaptado nuestras vidas a la nueva situación y además muchos de nuestros jóvenes trabajan en el extranjero ya que aquí no existen ofertas de trabajo de clase alguna, ni buenas ni malas. Y las personas que no han podido o no han querido adaptarse, se encuentran en una situación delicada.
A los partidos políticos y a los propios políticos les ha ocurrido algo parecido, han debido adaptarse a la nueva sociedad española, a las nuevas demandas de los ciudadanos, al nuevo lenguaje, a nuevas caras, nuevos proyectos, nuevas normas, nuevas formas de hacer. Los partidos políticos que intenten esta adaptación pueden sobrevivir, pero los que no se adapten o no escuchen al ciudadano, desaparecerán.
Lo hemos comprobado en el resultado de estas elecciones andaluzas. El PSOE, a pesar de todos los temas judiciales por corrupción que tiene abiertos, tiene dos caras nuevas y nuevos discursos, en España, Pedro Sanchez y en Andalucía, Susana Diaz. El PP se ha hundido porque su candidato vivía en Madrid, además de haber nacido en Barcelona y su apoyo fue Rajoy con su cansino discurso de los éxitos económicos, pero sin aceptar la corrupción en su partido, en su sede y en las autonomías que manda. El descalabro de IU que defendía unas ideas que no practicaba y sus líderes solamente pretendían el poder por el poder. UPYD, no ha conseguido representación, cuando hasta hace muy poco era el partido del cambio , pero sus posibles votantes han preferido a Ciudadanos y le han castigado su poca visión política al no quererse asociar con aquel partido, cuando son prácticamente idénticos.
Los votantes de la nueva sociedad han votado a Podemos y Ciudadanos que de la nada, el primero ha conseguido 15 diputados y el segundo 9.
En las próximas municipales y autonómicas, en las generales y en las catalanas, ocurrirá el mismo fenómeno, los partidos con viejos discursos y carentes de reacción ante sus problemas y los problemas de sus ciudadanos, serán castigados, sobre todo aquellos que no sustituyan a sus líderes actuales por otros nuevos aunque nadie los conozca. En este caso se encuentra el PP a nivela nacional, pero en Cataluña se encuentran en este caso el PSC, CIU y ERC.
Todos pedimos cambio, cambio de ideas y cambio de personas para enfrentarnos a una nueva etapa más exigente con la ética y la administración de la cosa pública.