El rechazo a la independencia sigue creciendo entre los ciudadanos catalanes. El último informe del Centro de Estudios de Opinión (CEO) hecho público ayer reveló que el 48 por ciento de los catalanes rechazan hoy la secesión, tres puntos más que en el último barómetro realizado por la Generalitat a mediados de diciembre y cuatro por encima de la opción independentista, que se mantiene prácticamente inalterable entorno al 44 por ciento.
El director del CEO, Jordi Argelaguet apuntó que a "grosso modo el soberanismo está estancado" y apuntó que el 'no' crece entre aquellos que no saben o no contestan. La encuesta refleja que un 6 por ciento no sabe porque opción decantarse y un 1,8 por ciento no contesta.
Otra hipótesis que, según Argelaguet, hay que tener en cuenta para explicar el avance del no es que, históricamente, "el auge del independentismo coincide con las mayorías absolutas del PP en el Congreso". En este sentido, argumenta que en la medida que cada vez hay más votantes que auguran que la mayoría absoluta actual no se reeditará, el independentismo desciende. No obstante indica que si las previsiones cambiasen, el soberanismo "puede remontar, atendiendo a su evolución histórica". El sondeo también pregunta si el nivel de vida de los catalanes cambiaría con la independencia: el 38 por ciento dice que mejoraría (7,1 puntos menos que en octubre); el 26,2 por ciento cree que empeoraría (4,5 más).
Sobre la preferencia de los encuestados a cerca del modelo de relación entre Cataluña y España, la secesión es la opción mayoritaria. La independencia reúne el 39,1 por ciento de respuestas, el federalismo el 26,1 por ciento, el autonomismo el 24 por ciento y el regionalismo el 3,4 por ciento.
Descalabro de CiU
El estudio también pone de manifiesto que en las próximas elecciones catalanas del 27 de septiembre, CiU (en el caso que se presentara con la actual configuración de la federación) caería de los 50 diputados que tiene actualmente a 31-32. El partido entraría en una pugna por la primera plaza con ERC, que subiría de los 21 representantes a 30-31 parlamentarios.
El otro empate se produce en la tercera posición. Podemos entraría en el Parlament con 16-17 representantes, los mismos que Ciutadans, que tiene 9 diputados en la cámara catalana. La cuarta plaza en el Parlament sería para el PPC, con 13-14 diputados (ahora tiene 19), seguido del PSC, que reduciría su representación de 20 a 11-12 parlamentarios, mientras que la CUP subiría de los tres escaños a 10-11 e ICV-EUiA descendería de los 13 a 6-8 representantes.
En las elecciones al Congreso de los Diputados, CiU ganaría en Cataluña con 12 diputados, seguido de cerca de Podemos (11-12, aunque con más intención directa de voto) y Esquerra, que quedaría tercero, con 8-9 representantes. CiU perdería así 4 diputados.
