El presidente de CaixaBank, Isidro Fainé, ha desvelado las líneas maestras del futuro de la entidad durante la presentación del Plan Estratégico 2015-2018.
Más allá del objetivo numérico del plan, que supone cuadriplicar al rentabilidad del banco en cuatro años, Fainé dibujó en tres trazos lo que debe ser la entidad en el futuro inmediato: un banco importante en Europa que participe del proceso de concentración continental, que sea menos "industrial" y en el que la Fundación Bancaria La Caixa (a través de Criteria) seguirá teniendo una importante participación accionarial, pero no necesariamente por encima del 50 por ciento del capital.
Estas tres patas se complementan con una cuarta: Fainé seguirá al frente del grupo financiero. "Yo estaré donde el consejo de La Caixa considere que doy más valor, ya sea en la presidencia de CaixaBank, en la presidencia de Criteria o incluso en la de la Fundación Bancaria La Caixa", aseguró. Tampoco quiso desvelar cuando tomará una decisión al respecto ("cuando lo considere el consejo"), pero queda clara su voluntad de seguir al frente del proyecto durante los próximos cuatro años.
Desinversiones industriales
La voluntad de CaixaBank es ser protagonista en el proceso de concentración bancaria Europea. "Ya hemos empezado a ser activos con la presentación de la opa sobre BPI", respondió Fainé. La toma de control del banco portugués es un primer paso en un senda que tendrá más capítulos. ¿Cuántos? No está claro. "En Estados Unidos tampoco hay muchos bancos que hayan comprado entidades en otros estados", apuntó. Pero su modelo está claro, "queremos ser como Wells Fargo", un banco con 160 años que está en 40 de los 51 estados de Estados Unidos y que ofrece 12.000 cajeros automáticos y 6.200 oficinas minoristas de costa a costa.
Por el momento, las órdenes son ir partido a partido y en 2015 el que se jugará será el de BPI y, en todo caso, el de Novo Banco, la entidad que quiere privatizar el Gobierno de Portugal.
Junto al frente luso, CaixaBank seguirá abriendo oficinas de representación en todo el mundo y algunas sucursales bancarias más en "Polonia y Marruecos". En la recámara, quedan las participaciones en el austriaco Erste Bank (para cubrir el Este de Europa), en Bank of East Asia (para cubrir Asia) y en la mexicana Inbursa. En esta última, donde están asociados con Carlos Slim, mantendrá su participación por debajo del 10 por ciento pero lidera el proyecto de apertura de oficinas. Este año la red ha pasado de 350 a 500 oficinas y, además, Inbursa acaba de comprar 1.200 puntos de atención financiera que Walmart tenía en el país.
El crecimiento del negocio financiero de CaixaBank supondrá un descenso del peso de las participadas, Telefónica y Repsol, dos compañías en las podría reducir su presencia para liberar capital. De hecho el plan estratégico fija una reducción del consumo de capital de las participadas del 16 a menos del 10 por ciento, explicó el consejero delegado Gonzalo Gortázar.
Finalmente, Fainé deja abierta la posibilidad de reducir la presencia de Criteria en CaixaBank por debajo del 50 por ciento para acometer operaciones "siempre que generen valor para el accionista".