Las acciones del Banco Portugués de Investimento (BPI) subieron ayer en la bolsa Lisboa un 27 por ciento tras el anuncio de la opa de CaixaBank el cien por cien del capital de la entidad. Los títulos cerraron la sesión a un precio de 1,325 euros, muy cerca de los 1,329 euros por título que ofrece la entidad española. Ese precio supone valorar el capital del banco en 1.936 millones de euros y el 55,9 por ciento que CaixaBank no controla en 1.082 millones.
A lo largo del año, las acciones de BPI han cotizado entre 0,87 y 1,4 euros, por lo que "el precio ofrecido equivale a la media ponderada de la cotización de los últimos seis meses y a los efectos de la normativa portuguesa se considera como precio equitativo", aseguró ayer CaixaBank en un comunicado.
Tras una suspensión previa de la cotización, BPI regresó ayer al mercado con fuertes alzas, al igual que en las tres jornadas anteriores. En cuatro días la acción se ha revalorizado un 44,6 por ciento. Sólo en la sesión de ayer cambiaron de manos 26,7 millones de acciones, cuando la media diaria es de 2,8 millones.
Sobre los inversores no hicieron mella los malos resultados de BPI en 2014, ejercicio que cerró con unas pérdidas de 161 millones de euros. Pesaron mucho más la posibilidad de que a lo largo del proceso de negociación CaixaBank se mejore el precio de la oferta o, incluso, BPI tenga un papel destacado dentro del proceso de consolidación bancaria de Portugal y del proceso de subasta de Novo Banco.
Pago en metálico
Por otro lado, el consejo de administración de CaixaBank propondrá a la junta general de accionistas que el último pago a los accionistas correspondiente al ejercicio de 2014 sea en efectivo, según informó ayer la entidad. De esta forma, la entidad inicia el cambio, ya anunciado, en su política de remuneración. El objetivo es recuperar de manera progresiva el pago de dividendo en efectivo. A la hora de remunerar a sus accionistas, la entidad combina la opción de elegir entre acciones o efectivo con pagos íntegramente en efectivo.
CaixaBank espera seguir utilizando ambos sistemas de remuneración este año y aumentar los pagos íntegramente en efectivo en 2016. De momento, la idea es que el último dividendo correspondiente al ejercicio 2014 y que se abonará en junio de este año sea en efectivo.