
La carrera del mejor tenista español de la historia, Rafa Nadal, no se entendería sin su fortaleza física y mental para superar adversidades. Y esa fortaleza tampoco se comprendería sin la figura de su tío y entrenador, Toni Nadal. Ancla emocional de su sobrino, participó como ponente en el acto de Randstad, Algo +, sobre valores, superación y gestión emocional.
¿Cómo se motiva a una persona que lo ha ganado todo?
El secreto no es motivarle, sino haberle inculcado unos valores y despertado el espíritu de superación y autoexigencia.
¿Esta autoexigencia también se puede aplicar en el ámbito empresarial?
Claro. La actitud es clave. Llegar con buena cara, tener una visión simple de las cosas. Que no simplificar, sí ir al grano, no perderás tiempo en buscar soluciones a problemas que no lo son.
¿Cómo se consigue motivar al trabajador desde arriba?
Si se es empresario, la motivación la tiene que tener uno mismo. Si se es líder, hay que procurar que el jugador quiera hacer lo que tiene que hacer. Yo siempre utilizo la palabra y la reflexión. La he utilizado para muchas cosas, como convencer a Rafa de que tiene que seguir trabajando por muy mal que vayan las cosas. Se trata de apoyar, no de tensar.
¿Se puede conseguir con todo el mundo?
La inteligencia emocional es imprescindible. Hay que saber ser próximo y a la vez distante según el momento y persona. Se puede tener capacidad, pero eso no es sinónimo de éxito, hace falta trabajo. No todo el mundo lo consigue. Por eso apelo a la autoexigencia. Quien no quiere destacar no destacará, pero si quiere destacar necesitará trabajar.
¿Lo que dijo sobre la capitana española de la Copa Davis de tenis, Gala León, se sacó de contexto?
No. Hay gente muy susceptible que quiere ver problemas donde no los hay. Yo no dije que no sirviera por ser mujer, sino que no tenía suficientes méritos.
¿Cree que, en los vestuarios femeninos, con un seleccionador masculino hay 'molestias'?
Ellas verán. Yo sólo di mi opinión.
¿Se puede aplicar a empresas?
En ningún caso. Estoy muy contento con que Ana Patricia Botín sea presidenta del Santander, por ejemplo. ¿Cómo voy a querer que mi hija no tenga las mismas oportunidades que cualquiera?
¿Está a favor de que se haga una consulta en Cataluña?
Todo el mundo tiene derecho a separarse, pero haciendo un símil con el matrimonio, habrá que ver quién se queda con la casa o los muebles. Hace falta mucho diálogo por ambas partes y desde el respeto. En el tema fiscal, ¿qué es lo justo? ¿que las que generan más se queden con más o crear un tejido igualitario para todos? Yo me siento mallorquín, balear y español.