"La banca española no puede caer en los mismos errores que cometió antes de la crisis financiera". Así de tajante se mostró ayer el consejero delegado de CaixaBank, Juan María Nin, cuando le preguntaron sobre los elevados tipos de interés que están ofreciendo para retribuir los plazos fijos algunas antiguas cajas de ahorro, ahora bancos nacionalizados (Bankia y Catalunya Caixa).
Aunque no quiso dar nombres, recordó que "todas las entidades que hicieron una guerra del pasivo y dieron extra tipos han caído y han tenido que ser recapitalizadas por el sector público, es decir, por los contribuyentes".Nin admitió que es posible hacer alguna campaña comercial puntual para recuperar cuota en una plaza determinada, pero "hacerlo de forma permanente demuestra que las entidades tiene un problema patológico importante, un problema de fondo".
En su opinión, la Unión Europea hace bien en investigar los extra tipos ya que "los ciudadanos no deben pagar más por una mala gestión" y esa era una de las condiciones que puso Europa para ayudar a la banca española.
Actualmente, la cúpula de CaixaBank mantiene una "intensa relación" con el Gobierno y con las autoridades europeas para aprobar la nueva ley Financiera, que "es el último eslabón con el que se cierra la reforma del sistema financiero español", argumentó Nin. Sobre la necesidad de que las antiguas cajas de ahorro, ahora convertidas en fundaciones, rebajen su participación en los bancos filiales al 50 por ciento y sobre la incompatibilidad de cargos entre los consejos de las fundaciones y los bancos, el consejero delegado admitió "una intensa negociación" a tres bandas.
Aumento del beneficio
CaixaBank ha cerrado el tercer trimestre del año con un beneficio neto de 458 millones de euros, un 164,5 por ciento más respecto a los 173 millones logrados en el mismo periodo de 2102. Sin embargo, estos resultados todavía quedan muy lejos de la normalidad, ya que hasta septiembre la entidad ha dotado 5.956 millones: 3.449 millonrd correspondientes a pérdidas por deteriores de activos y otros 2.507 millones por ajustes del valor razonable de Banca Cívica y Banco de Valencia. Aunque esta segunda can- tidad no afecta a la cuenta de resultados, el aumento de provisiones es del 28 por ciento sobre 2011.
Además, el banco ha contabilizado otros 832 millones como coste del expediente de regulación de empleo para 2.600 personas y que ya ha supuesto la salida de 1.070 personas. Respecto al negocio puramente bancario, el margen de intereses creció un 3,2 por ciento. Las comisiones bancarias y los resultados por puesta en equivalencia se mantuvieron y los dividendos cobrados de Telefónica y Repsol cayeron a la mitad, debido a la rebaja de la retribución en la operadora de telecomunicaciones. Por el contrario, el resultado de las operaciones financieras se duplicó y aportó 300 millones adicionales que permitieron que el margen bruto de la entidad creciera un 2,6 por ciento.
CaixaBank ha reducido su cartera crediticia en un 3,5 por ciento respecto a diciembre de 2012. Nin destacó que la banca española ha recortado su cartera de crédito en unos 300.000 millones desde el inicio de la crisis y, en su opinión, el proceso todavía no ha acabado. "¡Y lo que queda!", aseguró.
