El boom de los cigarrillos electrónicos ha llegado a Cataluña y la proliferación de estas tiendas especializadas no para de crecer.
Esta oportunidad actual de negocio la ha aprovechado Carmelo Colacios, fundador de la empresa catalana Free Smoke World, que inició la actividad en Barcelona hace cinco meses y en estos momentos cuenta con cinco tiendas propias en Cataluña.
A estos establecimientos, se sumarán cuatro más este mes en Castelldefels, Cornellá de Llobregat, Badalona y Sant Cugat y uno en Gerona para finales de año.
Tal y como precisa Colacios, una de las claves del buen funcionamiento del negocio se basa en la baja inversión para abrir un local, que ronda entre los 20.000 y los 40.000 euros. Inversión que según el gerente de la empresa se puede recuperar en seis meses o un año, en función de la ubicación de la tienda. Además, Free Smoke World cuenta con dos acuerdos de distribución en exclusiva en España y uno para Cataluña, lo que les permite realizar comprar masivas de e-cigs de varias marcas para vender a otras tiendas y ser más competitivos.
Los establecimientos de la firma catalana facturan entre 15.000 y 40.000 euros mensuales y la próxima apuesta pasa por ampliar el negocio fuera de Cataluña. "A finales de año abriremos dos locales en Bilbao, uno en Asturias y otro en Madrid" avanza Colacios, que empezará a franquiciar el negocio el próximo año.
Consumo económico
Este producto, que se fabrica en China, supone un ahorro del 70 por ciento respecto al tabaco convencional. El estuche básico (cigarrillo y cargador) cuesta desde 35 a 130 euros, las dosis aromáticas que se inhalan salen por cuatro euros y los recambios que duran un mes se adquieren por tres euros. Free Smoke World cuenta con un almacén en Viladecavalls (Barcelona) y emplea 18 trabajadores, cifra que espera duplicar este año tras las nuevas aperturas.