Nada de templar gaitas. El PP ha decidido cerrar la puerta a la propuesta de su líder catalana, Alicia Sánchez-Camacho, de que el Gobierno negocie con Cataluña un sistema de financiación singular para esta autonomía.
A la espera de que se pronuncie el presidente, Mariano Rajoy, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, fue ayer extremadamente clara: "Cada uno tiene derecho a opinar lo mejor que le parezca, siempre dentro de la solidaridad de todos los españoles". Ante la propuesta de financiación de Sánchez-Camacho, Cospedal afirmó que el PP catalán ni pretende ni "puede pretender nunca" que haya una financiación "única" para Cataluña.
El pasado sábado, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ya anunció en una entrevista con elEconomista, que "no tiene sentido económico una diferente financiación para Cataluña", ya que eso llevaría al enfrentamiento entre españoles y al agravio comparativo.
De esta forma, la propuesta de Sánchez-Camacho cae en saco roto y cierra la única vía de diálogo que los populares catalanes mantenían con Josep Antoni Duran i Lleida (Unió) y Pere Navarro (PSC). "Cataluña no puede tener un concierto vasco, un pacto fiscal, pero sí se puede modular en dos aspectos. Uno, la solidaridad, donde se deben establecer límites. Y en segundo lugar, el principio de ordinalidad. No se pueden aportar grandes recursos a otras comunidades para pagar subvenciones y, mientras éstas bajan impuestos, en Cataluña la presión fiscal es muy alta", se lamentaba ayer la presidenta del PP catalán ante los micrófonos de la Ser.
Sánchez-Camacho pidió ayer al presidente Mariano Rajoy que sean los populares quienes lideren una "nueva transición" en España, como solución al proceso soberanista catalán, basada en una revisión del modelo de financiación para Cataluña. "El PP a nivel nacional debe tener el liderazgo para dar alternativa, respuesta y solución al problema en Cataluña, porque las cosas no se pueden quedar como están, no podemos estar sin hacer nada. Estamos en una etapa nueva de nuestro proceso democrático, una nueva transición debe iniciarse ahora", afirmó.
La mano derecha de Sánchez-Camacho y portavoz parlamentario del PP catalán, Enric Millo, también reclamó ayer que "sería positivo que el Ministerio de Hacienda publicara las balanzas fiscales de los últimos años, porque sorprenderá a más de uno". Las balanzas se publicaron en 2009 y es el dato al que los independentistas se aferran para argumentar el llamado "expolio fiscal", aseguró el portavoz popular.
Pese a los intentos de "hacer pedagogía" que anunció Sánchez-Camacho, Cospedal asegura que el Gobierno intentará negociar con el máximo consenso un modelo de financiación que garantice la igualdad de trato de todos los españoles, vivan donde vivan. También defendió que ese modelo tiene que pasar por la solidaridad de toda España, que es más una suma de personas que de territorio.
Fuentes cercanas a los populares catalanes interpretan esta firmeza de Cospedal como la nueva estrategia del PP ante el nuevo ciclo electoral que se avecina (Europeas, Municipales, Autonómicas y Generales). Los populares, que han perdido más de doce puntos de intención de voto, esperan recuperarla plantando cara al soberanismo catalán.
CDC, por la independencia
En paralelo a la firmeza mostrada por el PP, ayer por primera vez Convergència Democràtica de Cataluña (CDC), el partido de Artur Mas, plasmó su firma en un documento en el que defiende la independencia de Cataluña. Es el borrador firmado entre CDC y Reagrupament, liderado por el exconseller de ERC Joan Carretero para unir fuerzas con el objetivo de lograr que Cataluña sea un Estado en el marco de la Unión Europeea. Según el secretario de Organización de CDC, Josep Rull, en el borrador las dos formaciones se conjuran para "tirar adelante un proceso de transición nacional que acabe con la independencia de Cataluña".
Ayer, el barómetro del CIS arrojaba un récord de partidarios de no tocar el Estado autonómico.