
Artur Mas no se salió del guión que le venía impuesto por su socio en la sombra, ERC, y por la cúpula de su partido, reacios a presentar unas cuentas para este año, y anunció ayer la prórroga de los presupuestos de 2012.
El presidente catalán confesó que su Ejecutivo estaba dispuesto a elaborar unos presupuestos con un déficit del 1,8%, aunque su posición inicial era la del 2,1%, y "así se lo hicimos saber al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y a otras instancias del Gobierno. Por debajo de esta cifra se prorrogarían".
Con un límite de déficit del 1,58% del PIB, "no queremos ni podemos recortar más. No se pueden acometer nuevas reducciones de gasto", lo que ha impulsado a Mas a prorrogar los presupuestos. Este tope de déficit fijado por el Gobierno, aunque tal y como reconoció el propio Mas "es una mejora frente al 0,7% inicial", implica un reparto "injusto" y "poco equitativo" entre el Estado y las comunidades autónomas.
Batalla por el déficit
Aunque Mas cree que es difícil lograr que los objetivos de déficit para Cataluña se modifiquen (un 1,58% para 2013, un 1% para 2014, un 0,7% para 2015 y un 0,2% previsto para 2016), el Gobierno catalán no tira la toalla para obtener más margen y por ello está dispuesto a iniciar "batalla durísima" para tener más margen de maniobra, incluidos los Tribunales.
En este sentido, Mas ha autorizado a la Consejería de Economía a presentar un requerimiento contra el Estado para que modifique el objetivo de déficit, como paso previo a interponer un recurso contencioso administrativo. En el caso de que el Estado no responda a este requerimiento o lo haga de forma negativa, la Generalitat avanzó que formalizará la presentación de este recurso.
Mas, que dio por hecho que la medida tirará adelante, entiende que el actual reparto del déficit "va contra la propia ley de estabilidad presupuestaria" aprobada por el Gobierno español. Además, indicó que otros presidentes de comunidades autónomas comparten "en privado" la misma visión que tiene Cataluña sobre el reparto final del déficit.
Mas reconoció ayer que su Gobierno no puede acometer nuevas reducciones del gasto tras dos años de recortes, sin poner en peligro servicios fundamentales o como la sanidad, con lo que avanzó que "tratará de mejorar los ingresos de la Generalitat", de cara a los presupuestos del próximo año.
Reclamación de ingresos
El aumento de los ingresos de la Generalitat pasa principalmente por reclamar cantidades pendientes al Gobierno. En este sentido, Mas quiere "recuperar los anticipos" y hacer que el Gobierno central reconsidere la disminución en 500 millones de euros de las cantidades que cada año se avanza a las comunidades autónomas en concepto de la liquidación de impuestos. También tiene cuantificada la deuda pendiente de 750 millones en concepto de inversiones por infraestructuras previstas en la disposición adicional tercera del Estatut, cantidad que se viene adeudando a Cataluña desde el anterior gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que espera que el Ejecutivo de Rajoy le abone este año.
El presidente catalán espera alguna "compensación" por algún impuesto que su Gobierno ha aprobado y que finalmente no ha podido aplicar, como el que grava los depósitos bancarios. Además, el Ejecutivo de Mas espera poder mejorar sus ingresos como consecuencia de la revisión del modelo de financiación prevista en 2014.
Además de estas medidas, el presidente de la Generalitat no descarta aprobar algún nuevo impuesto, aunque recalcó ayer que "tenemos muy poco margen".