El Informe de la sindicatura de cuentas del Parlament relativo al ejercicio 2010 demuestra que la Generalitat, entonces gobernada por el Gobierno tripartito, cerró el ejercicio con un déficit del 4,22 por ciento del PIB, lejos del 2,39 por ciento previsto inicialmente.
El informe de control de las cuentas de la Generalitat, que fue aprobado por todos los grupos presentes en el Parlament, demuestra que durante el segundo gobierno tripartito los compromisos de gasto con cargo a ejercicios futuros pasaron de 25.543 millones en el ejercicio 2006 a 79.502 millones en 2010. Además, destaca que "los pagos totales a realizar a 31 de diciembre de 2010 vinculados a infraestructuras y equipamientos públicos financiados con sistemas alternativos" se incrementaron un 22,1 por ciento respecto a 2009, según reveló ayer el Síndic Jaume Amat.
No obstante, el diputado de CiU Ferrán Falcó asegura que el Gobierno de José Montilla dejó "compromisos de pago de 54.000 millones hasta el año el 2108". Amat también explicó que durante 2010 existían "operaciones de concesiones para la construcción y explotación de carreteras y de equipamientos a pagar hasta el año 2041, derechos de superficie para pagar la construcción de comisarías y centros penitenciarios hasta el 2042".
Inversiones sin computar
El Síndic destacó que "en los últimos ejercicios la Generalitat ha ejecutado inversiones que, por el sistema de financiación utilizado, no han sido imputadas al presupuestos en el momento de su realización". En el ejercicio 2010 la inversión ejecutada y no imputada fue 1.756 millones de euros, un 11,2 por ciento superior.
Amat señaló que se liquidaron ingresos por valor de 117,14 millones "sin que se tuviera constancia de la existencia de documentación fehaciente del reconocimiento de las obligaciones por las entidades públicas otorgantes".