El Gobierno municipal de CiU en Barcelona ha aceptado a instancias de ICV-EUiA elevar las cuantías de la nueva tasa de cajeros automáticos para gravar los que están en las fachadas, que entrará en vigor el 1 de julio, y que con este cambio acabará siendo la más elevada de España.
La horquilla de la tasa acabará estando entre los 171 euros y los 855 anuales en función de lo comercial que sea la calle, y se llevará a votación definitiva en la Comisión de Economía, Empresa y Empleo de este miércoles. CiU ha estimado parcialmente la alegación de ICV-EUiA, que proponía incrementar la base impositiva en un 60%, pasando de un factor corrector -sirve para establecer la tarifa- del 2,5 a uno de 4, y que finalmente se quedará a medio camino y será del 3,2.
Así, para la calles más codiciadas, tipo paseo de Gràcia, la tasa será de 855,10 euros anuales -en la propuesta de CiU eran 668,05-, y se establecen otras cuatro cuantías en función de la calle que oscilan entre los 513,06 y los 171,02 -en este último caso inicialmente eran 133,61-. Ello supone que en lugar de recaudarse unos 235.500 euros anuales se obtendrán por esta tasa un total de 301.000: todos ello queda por debajo de lo propuesto por ICV-EUiA, que apostaba por recaudar 376.800 euros anuales con cuantías de la tasa entre 213,76 y 1.068,90 por cajero.
Con esta modificación, Barcelona pasa a encabezar el ránking de ciudades españolas que más cobran por un cajero automático, según destaca el propio Gobierno municipal en el expediente y ha subrayado en declaraciones a Europa Press el portavoz de ICV-EUiA, Joaquim Mestre. "La ciudad donde se tributa más por los cajeros es Barcelona", ha destacado Mestre, que ha celebrado que por primera vez en la capital catalana se aplicará esta tasa a los bancos, y ha reivindicado que los ecosocialistas fueron los impulsores de que se implante.
Otras ciudades
En Barcelona puede afectar a unos 600 cajeros, y se situará por encima de ciudades como Sevilla, donde está entre 315 y 693 euros; Málaga, que es de 600 euros; Badajoz, que se sitúa entre los 450 y 595; Castelldefels (Barcelona), de 533, y Figueres (Girona), de 510.
La tasa aún tiene que pasar por la comisión de este miércoles pero nada hace pensar que no sea aprobada, incluso por unanimidad, ya que la propuesta inicial ya fue aprobada con el apoyo de todos excepto de ICV-EUiA, que se abstuvo para que fuese más ambiciosa.