Todos los partidos políticos catalanes, excepto el PP y Ciutadans, celebraron ayer una cumbre para implicar a la sociedad civil en el proceso del denominado derecho a decidir, es decir, que los catalanes puedan pronunciarse sobre su futuro con una consulta de autodeterminación.
Aunque el presidente del grupo parlamentario de CiU, Jordi Turull, aseguró a la salida que la cumbre había sido un éxito y que todos los asistentes habían coincidido "en la necesidad del derecho a decidir para definir el futuro de este país [Cataluña]", la reacción del secretario general del PSC, Pere Navarro, no fue la esperada por los convergentes.
Navarro aseguró tras la reunión que salía "profundamente preocupado", ya que durante el encuentro no se trataron los problemas "de la Cataluña real". En este sentido, dijo que su partido era el único que acudió a la cumbre que está en contra de la independencia y la separación de Cataluña del resto de España. Para él, el derecho a decidir que defiende CiU "no es un fin democrático, es sólo un fin para avanzar hacia la independencia". El líder del PSC denunció que la acción del Gobierno de Artur Mas "no es neutral", ya que ha puesto en funcionamiento "estructuras de Estado" antes de preguntar a los ciudadanos y, además, en su opinión, "denigran la imagen de España en el exterior". Por este motivo pidió que la Generalitat "sea imparcial y que no manipule un proceso". Los socialistas volvieron pedir que se avance en un Estado federal con la reforma de la Constitución y que los catalanes puedan decidir en el marco de referéndum legal y pactado con el Gobierno de Madrid.
Ante las críticas que ha recibido el PSC por parte de Carme Chacón por asistir a la reunión, Navarro destacó que "hay una cosa que nos une a Chacón, Rubalcaba y a mí: no queremos que Cataluña se independice de España".
ERC y CiU, satisfechas
Por su parte, el líder de ERC, Oriol Junqueras, cree que el derecho a decidir es la "herramienta democrática" que tienen los ciudadanos para poder arreglar los problemas sociales y económicos. En su opinión, la reunión de ayer fue un encuentro para abrir un proceso que se había forjado hasta ahora en el Parlament al conjunto de la sociedad. "No sólo hemos de convocar al Gobierno o a los partidos favorables, también hay que ampliarlo al mundo local y próximamente a representantes de la sociedad civil, como patronales, sindicatos o asociaciones", concretó.
Según la versión de Jordi Turull, en la cita hubo un "consenso básico en favor de la consulta", pero también "matices" entre partidos, como la compatibilidad entre el pacto nacional por el derecho a decidir (en el que estará la sociedad civil) con otros organismos creados por el Govern, como el Consell Assessor per a la Transició Nacional, que para el PSC es incompatible con el pacto forjado este lunes. "El president'de la Generalitat ha ofrecido que cualquier fuerza política que quiera que el consell assessor estudie diferentes alternativas, lo pueda hacer, para garantizar todos los escenarios diferentes", apuntó el diputado convergente.
De esta forma, Mas pretende abre una puerta para que se estudie una solución federalista como la que defiende el PSC.