El fondo norteamericano Anchorage tomará el control accionarial de La Seda de Barcelona, una vez que el presidente de compañía, Carlos Moreira, hizo pública ayer sus dimisión.
En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), La Seda informó de la salida del consejo de Moreira y de Jorge Alexandre Tavares, ambos representantes del grupo portugués BA Vidro, que cuenta con el 20 por ciento de las acciones de la compañía y que, hasta ahora, mantenía la gestión del grupo.
Tras la salida de Moreira, el vicepresidente de la compañía José Luis Morlanes se hará cargo de la presidencia de forma interina. Esta es la segunda vez que Morlanes accede a la presidencia tras la dimisión de un presidente. Para ocupar una de las vacantes del consejo, la empresa ha nombrado consejero independiente a José Antonio García-Albi Gil de Biedma.
Como presidente del consejo de administración, Morlanes deberá negociar las condiciones que impone Anchorage para convertir su deuda en capital y, de esa forma, evitar que la compañía se vea obligada a presentar concurso de acreedores al no poder hacer frente a los pagos de su deuda. La Seda cuenta hasta el 30 de abril para alcanzar una acuerdo al respecto.
Anchorage ha invertido 40 millones de euros en la compra de deuda de La Seda por valor de 100 millones (con un descuento del 60 por ciento) y ahora propone convertir esos 100 millones en capital de la empresa, previa reducción del capital para compensar pérdidas. Esta operación condena a los actuales accionistas (con BA Vidro al frente) a diluirse totalmente y entregar el 60 por ciento del capital y la gestión de la compañía a Anchorage.
Carlos Moreira hizo pública ayer la carta de dimisión presentada al consejo de La Seda, en la que denuncia que la propuesta de Anchorage para la compañía, "no tiene un proyecto industrial que la soporte" y que "hay muchas posibilidades de que acabe con el grupo rápidamente". Moreira recuerda en su carta que BA Vidro aportó en 2010 unos 65 millones de euros para salvar el grupo La Seda y que recientemente avaló la propuesta del consejo de administración de suscribir un aumento de capital de 40 millones de euros.
Otro de los problemas a los que se enfrenta la compañía es que Morlanes está imputado por la titular del juzgado de instrucción número 3 de El Prat (Barcelona), Sandra García, por el presunto desvío de 2,5 millones de euros de La Seda a las sociedades Quat Inversiones e Iter Metropolità. Morlanes y su esposa constan como administradores de Iter Metropolità.