Cataluña

El comercio minorista catalán ha perdido 46.300 empleos

Foto: Archivo

El pequeño comercio es el que más está sufriendo los efectos de la crisis. Desde 2008, el comercio minorista catalán ha perdido 46.300 puestos de trabajo. En este período, Cataluña ha perdido el 3,36 por ciento de sus comercios, que se traduce en 3.404 locales comerciales menos y es la tercera comunidad con menor pérdida de locales por detrás de Ceuta y Melilla y Navarra.

Así lo ha explicado el secretario general de la Confederación del Comercio de Cataluña (CCC), Miguel Àngel Fraile, que ha especificado que el pequeño comercio ha concentrado el 80 por ciento de los cierres de establecimientos del sector. Fraile ha recordado que el 50 por ciento del comercio minorista no tiene trabajadores más allá de los propietarios y el otro 50 por ciento tiene una media de tres empleados.

En 2012 las cifras siguen la misma tendencia que los últimos años y solo en Cataluña se han destruido 13.800 puestos de trabajo en este sector y ha perdido un 0,4 por ciento de ocupación en el comercio minorista, cifra tres veces inferior a la de Madrid, que perdió el 1,3 por ciento.

La destrucción de puestos de trabajo viene acompañada de una caída de las ventas, que en el último año han descendido un 6,1 por ciento en comparación con 2011 y acumula cinco años de caída. En este caso, las medianas y grandes superficies han sido las más castigadas por la reducción de la facturación. La caída de las ventas en el conjunto de España fue de un 6,8 por ciento en 2012 y de un 6,9 por ciento en Madrid, donde, según ha explicado Fraile, el sector está "prácticamente liberalizado".

El sector de equipamiento del hogar ha sido el más castigado en 2012, con un descenso de las ventas del 10,6 por ciento (49,8 por ciento en los últimos cinco años) mientras que el equipamiento de la persona tiene un descenso acumulado del 18 por ciento y la alimentación de un 11,7 por ciento.

Campaña de rebajas

Este año la campaña de rebajas tampoco ha sido ajena a la situación económica actual y se cerrará con un descenso del 10 por ciento con respecto a la del año anterior. Fraile atribuye esta caída, entre otros aspectos, a "que el frío ha venido tarde cuando los escaparates de las tiendas ya tienen la ropa de primavera". Además, considera que "la reducción de precios no ha sido motivación suficiente para animar el consumo". El presidente de la CCC, Pere Llorens, ha lamentado que la contracción del consumo ha dejado "una fuerte huella en los comercios", que ha obligado al sector a reaccionar con campañas de dinamización y aplicaciones móviles. Las perspectivas para este año no son mejores, ya que continúa la alta tasa de paro y la "alarmante" pérdida de confianza de los consumidores, alerta Fraile.

La CCC propone que se tramite con urgencia una nueva ley de comercio con la regulación de los horarios comerciales, de las ventas promocionales, de la venta sedentaria y del registro del comerciante. También insta a actualizar el impuesto de grandes superficies y fomentar la formación profesional de los comerciantes. Facilitar el acceso a la financiación, así como fijar un nuevo marco laboral para las pequeñas empresas del comercio son otros de los reclamos.

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