El Rey recibió ayer con semblante serio al presidente de la Generalitat, Artur Mas. El monarca atraviesa una etapa en la que la suma de los asuntos judiciales que afectan a su familia, los problemas de salud y las aspiraciones separatistas de Cataluña están complicando su papel como jefe de Estado.
En su visita a la Zarzuela, Mas trasladó al Rey los principales puntos de su proyecto soberanista, incluido el referéndum que se ha comprometido a convocar junto a su socio parlamentario ERC. El president comunicó la voluntad de los catalanes de hacer "su propio camino", una vez que el Parlament apoyó el "derecho a decidir" de Cataluña en una declaración votada por el 63 por ciento de la cámara.
Mas también defendió ante el Rey la necesidad de redistribuir mejor los objetivos de déficit entre el Estado y las autonomías para proteger el Estado de Bienestar, ya que las comunidades autónomas pueden quedarse "sin aire suficiente para ofrecer una buena base desde el punto de vista del Estado de Bienestar"
Por otro lado, el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, aseguró ayer que analizará la carta remitida por el conseller de Economía de la Generalitat de Cataluña, Andreu Mas-Colell, en la que se queja del reparto injusto del objetivo de déficit para este año entre Gobierno central y comunidades autónomas y le responderá "a su debido tiempo".
"El vicepresidente Rehn ha recibido la carta del señor Mas-Colell. Ahora vamos a analizarla, junto con su anexo, y el señor Rehn la responderá a su debido tiempo", explicó el portavoz de Asuntos Económicos de la Comisión, Simon O'Connor. Desde Europa se señala que los objetivos de déficit que la UE exige a los Estados cubren al conjunto de las administraciones y que Bruselas no interviene de ninguna forma en el reparto interno.
