El grupo Freixenet espera una recuperación de sus ventas este año, hasta alcanzar los 500 millones de euros de facturación consolidada. Esta cifra supera ligeramente los 486 millones facturados en el ejercicio anterior, según explicó el directivo de la compañía, Pedro Bonet.
La mejora de las ventas se producirá gracias al aumento de las exportaciones, ya que en el mercado español la compañía espera un nuevo retroceso. "Hasta ahora, gracias a la buena campaña turística que ha tenido España, vamos ligeramente por encima de las ventas del año pasado, pero ya nos sucedió algo similar el año pasado y luego las ventas en Navidad se desplomaron", argumentó Bonet. "La eliminación de las pagas extra va a ir directamente contra el consumo navideño y por eso prevemos una nueva caída", añadió. En España, el 40 por ciento del consumo de cava se produce en Navidad.
Japón y Brasil, los salvavidas
Frente a la caída de ventas en España, Freixenet está teniendo destacados crecimientos en los mercados de Japón y Brasil. En el mercado nipón ya ha vendido este año 2,6 millones de botellas, "un 117 por ciento más que el año anterior", indicó Bonet . En Brasil, donde se vive una euforia económica, "hemos vendido 1 millón de botellas, una cifra muy alta para un país con poca tradición en consumo de vinos y unos aranceles altísimos a la importación", explicó. El producto más vendido en Brasil es Cordón Negro, cuyo precio en el mercado es de 26 euros, frente a los seis euros que tiene en España.
Otros mercados que crecen son Francia (3,5 millones de botellas) y Alemania (38 millones de botellas). En España las ventas se estiman en 30 millones este año. Freixenet está presente en 142 países y "pensamos mantenernos porque queremos ser una marca global", argumentó Bonet, que dijo no temer un nuevo boicot al cava por la deriva independentista de CiU.