El sistema bancario español va a padecer una contracción del crédito de 1,8 a 1,4 billones de euros en los próximos seis años. Esta es la previsión que hizo ayer el vicepresidente y consejero delegado de CaixaBank, Juan María Nin, en una conferencia en Barcelona.
En su opinión esta contracción (de unos 400.000 millones de euros) supondrá para el sistema bancario español un recorte de sus ingresos "del orden del 25 o 26 por ciento, lo que nos obliga a las entidades a recortar un 50 por ciento los costes para seguir siendo rentables", dijo.
Siguiendo con su argumentación, Nin considera que buena parte de este ajuste se llevará a cabo en las entidades financieras que requieren ayudas públicas. "Los contribuyentes exigen una rápida recuperación del dinero público y en EEUU o en ReinoUnido hemos visto que los gobiernos han optado por vender entidades enteras o vender activos para dejar entidades de un tamaño mucho menor".
Nin explicó que la inyección de ayudas directas de Europa al sistema bancario español supondrá que Bruselas impondrá condiciones "muy duras", ya que la medida es pionera y "sienta precedente" en Europa.
La recapitalización, positiva
El vicepresidente de CaixaBank valora positivamente la reciente decisión europea de recapitalizar directamente al sistema financiero español, tal y como reclamaba el Gobierno, con una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros. No obstante, recuerda que se trata de la primera vez que Europa acuerda inyectar dinero de forma directa a las entidades financieras que lo requieran, lo que provocará que la "condicionalidad bancaria" sea "exigente.
En su opinión, Europa vigilará que las entidades recapitalizadas "no puedan competir en igualdad de condiciones con las que no han requerido dinero público", como previsiblemente será el caso de CaixaBank. "Será una dura condicionalidad", sentenció Nin ante unos 200 empresarios. Según Nin, el principal reto de España es recuperar la confianza y cambiar la percepción de los mercados, para lo que es necesario no sólo la adopción de medidas como las que se están llevando a cabo, sino también tiempo para que estos ajustes den resultados. Considera que las reformas y medidas de ajuste impulsadas por el Gobierno para reactivar la economía "van en la dirección correcta", aunque el principal problema sigue siendo la falta de confianza derivada de la percepción de los mercados en el país.
El vicepresidente de CaixaBank incidió en que "estamos en el peor de lo momentos", que "lo peor ya ha llegado", y que depende de España, pero sobre todo de sus socios europeos, que la actual situación de crisis se alargue mucho más en el tiempo.
En su opinión, España ha impulsado ya gran parte de las medidas que le exigía Bruselas, como la reforma laboral, la financiera, la del sistema de pensiones, la de sanidad o educación o la Ley de estabilidad presupuestaria, por lo que "no hay motivos" para una posible intervención del país. Nin aseguró que la creación de un sistema bancario único europeo también es una medida en la buena dirección que permitirá "evitar el caos final y tranquilizar un poco a los mercados".
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