A la farmacéutica catalana Almirall no le ha quedado más remedio que volcarse en el extranjero para paliar los efectos que el recorte sanitario está teniendo en sus cuentas.
El consejero delegado de la compañía, Eduardo Sanchiz, denunció ayer que el precios de los medicamentos en España no son los "adecuados", se sitúan por debajo de la media europea y ante la crisis actual se está priorizando la venta de genéricos frente a otros productos de mayor valor añadido.
Esta situación provocará que durante este ejercicio la compañía facture por primera vez más en el exterior que en el mercado nacional. De hecho, según las previsiones de Sanchiz, en un plazo de dos o tres años Almirall obtendrá un 70 por ciento de su negocio fuera. En la actualidad, el mercado nacional ha pasado a representar el 48 por ciento del negocio y a finales de año podría reducirse hasta el 40 por ciento.
Medidas contraproducentes
El consejero delegado de Almirall aprovechó una conferencia organizada por PwC para cargar contra las políticas del Gobierno de reducir el gasto farmacéutico como principal vía para atajar el gasto sanitario.
En su opinión, esta estrategia es contraproducente, ya que una medida como ésta sólo genera a largo plazo más gasto hospitalario. Sanchiz también alertó de las consecuencias que puede tener para las farmacéuticas si no se suben los precios de los medicamentos. "Hemos de asignar un precio adecuado para rentabilizar todo el esfuerzo que realizamos en I+D. Sería tristísimo que un producto no llegara al mercado español o lo hiciera más tarde que en otro país porque no nos ponemos de acuerdo", recalcó.
La previsión de Almirall para este año es reducir sus ventas un 11 por ciento. El pasado año cayeron un 13 por ciento, hasta 768, 4 millones de euros. El beneficio se redujo un 29 por ciento, hasta los 84,2 millones.