Cataluña

La farmacéutica Indukern monta una planta en Moscú

José Luis y Raúl Díaz-Varela, presidente y vicepresidente de Induken. L.M.

La compañía de la familia Díaz-Valera construirá una fábrica de vacunas en León y amplía su sede en Barcelona

Grupo Indukern es una de esas empresas familiares catalanas que crecen sin hacer ruido. La compañía fue fundada hace 50 años por su presidente José Luis Díaz Valera, un empresario con raíces venezolanas que durante décadas ha mantenido el anonimato igual que hicieron en su día empresarios como Amancio Ortega (Zara) o Isak Andic (Mango). Hoy el grupo factura 761 millones de euros, lo que la sitúa entre las grandes farmacéuticas españolas. Lo más sorprendente es que la aceleración del crecimiento de la compañía se ha producido durante los últimos cuatro años, coincidiendo con la crisis económica. Entre 2008 y 2011, sus ventas crecieron un 43 por ciento gracias, en parte, a su apuesta por la fabricación de medicamentos genéricos.

Tres proyectos de inversión

La compañía, cuyo vicepresidente ejecutivo es Raúl Díaz-Varela (hijo del fundador), está inmersa en tres proyectos para ampliar sus instalaciones. El primero de ellos es la construcción de una planta farmacéutica en Moscú para abordar el mercado ruso. La inversión es de ocho millones de dólares (6,6 millones de euros) y cuenta con 100.000 metros cuadrados en los que, además de las instalaciones productivas, se construirá un almacén logístico y oficinas.

El segundo proyecto es la construcción de una fábrica de vacunas en León. La inversión estimada es de cuatro millones de euros y permitirá "convertir la planta piloto que tenemos, en una instalación industrial", explicó ayer el vicepresidente de Indukern. Está prevista la creación de entre 20 y 30 nuevos empleos.

Finalmente, Indukern prevé invertir otros nueve millones de euros en su sede central de Terrassa (Barcelona). El proyecto contempla la construcción de un almacén automatizado y la ampliación de las oficinas para acoger a 80 nuevos empleados.

Indukern tiene un presupuesto inversor de "entre 10 y 20 millones al año", explica Díaz-Valera. La deuda del grupo es de 162 millones, 2,5 veces el Ebitda que el año pasado fue de 65 millones. El grupo, presente en 56 países, opera en el sector químico (Indukern), la salud animal (Calier) y la farmacia (Kern Pharma).

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